Si sos amante del chocolate, esta receta te va a enamorar. Se trata de un pastel suave y esponjoso que esconde un secreto cremoso entre sus capas: un relleno irresistible hecho con leche condensada y crema batida, que le da una textura sedosa y un sabor profundo que se funde al primer bocado.
Este postre no solo es delicioso, sino que además sorprende por su presentación y su sencillez. Ideal para una ocasión especial o simplemente para darte un gusto inolvidable.
Pastel de chocolate relleno
Ingredientes para el bizcocho:
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2 huevos
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½ cucharadita de sal
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120 g de azúcar
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150 ml de leche (3/5 tazas)
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50 ml de aceite vegetal (1/5 de taza)
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150 g de harina (1 1/4 tazas)
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30 g de cacao en polvo
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5 g de levadura en polvo
Relleno cremoso:
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10 g de gelatina sin sabor
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50 ml de agua
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200 g de leche condensada (4/5 tazas)
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200 ml de crema batida (4/5 tazas)
Cobertura:
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50 g de chocolate
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40 ml de crema tibia
Procedimiento paso a paso:
1. Preparar el bizcocho de chocolate:
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En un bol, batí los huevos con el azúcar y la sal hasta que la mezcla esté espumosa y clara.
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Agregá la leche y el aceite vegetal, mezclando suavemente.
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Tamizá la harina junto con el cacao en polvo y la levadura. Incorporalos de a poco a la mezcla anterior, con movimientos envolventes para evitar que se baje.
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Verté la mezcla en un molde redondo enmantecado y enharinado.
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Llevá al horno precalentado a 180°C durante 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
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Dejalo enfriar por completo y cortá el bizcocho por la mitad, formando dos capas.
2. Preparar el relleno cremoso:
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Hidratá la gelatina en los 50 ml de agua fría. Dejá reposar unos minutos.
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En un bol grande, batí la leche condensada con la crema batida hasta obtener una crema suave.
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Derretí la gelatina a baño maría o unos segundos en microondas, sin dejar que hierva.
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Agregá la gelatina derretida a la mezcla de crema y leche condensada, y batí nuevamente hasta integrar bien.
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Colocá una capa del bizcocho en el molde, verté el relleno y tapá con la otra capa. Llevá a la heladera por al menos 2 horas, hasta que el relleno esté firme.
3. Preparar la cobertura de chocolate:
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Derretí el chocolate junto con la crema tibia hasta obtener una mezcla homogénea y brillante.
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Cubrí la superficie del pastel con esta ganache y extendela suavemente con una espátula.
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Llevá nuevamente a la heladera por 15-20 minutos antes de servir.
Consejos y variantes:
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Podés agregar esencia de vainilla o café al relleno para intensificar el sabor.
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Si preferís un toque crujiente, añadí chips de chocolate o nueces picadas dentro del relleno.
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Para una versión sin gelatina, podés usar queso crema mezclado con la leche condensada y la crema, aunque la textura será más densa.
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Decorá con frutas rojas, virutas de chocolate o un poco de cacao espolvoreado al momento de servir.
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Guardá el pastel en la heladera y consumilo dentro de los 3 días para conservar su frescura.
Este pastel es ideal para sorprender a todos con una combinación perfecta de esponjosidad, cremosidad y un sabor a chocolate inolvidable. Fácil de preparar, económico y delicioso. ¡No vas a querer compartir la última porción!