Durante décadas, calentar el coche antes de conducir en invierno ha sido una costumbre muy extendida. Muchas personas creen que es necesario dejar el motor en marcha durante varios minutos para que el vehículo “entre en calor” antes de ponerse en movimiento.
Sin embargo, esta práctica, que parece lógica y hasta reconfortante en días fríos, podría no solo ser innecesaria, sino también perjudicial tanto para tu coche como para el medio ambiente… y tu bolsillo.
¿Por qué no deberías calentar tu coche en invierno?
1.No es como antes: los motores modernos ya no lo necesitan
Los coches antiguos con carburador necesitaban realmente unos minutos para alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento. Pero los vehículos actuales, que funcionan con sistemas de inyección electrónica, están diseñados para adaptarse a distintas temperaturas de manera automática y eficiente. En lugar de esperar a que el motor se caliente, lo ideal es arrancar y conducir suavemente los primeros minutos.
2.Gasto de combustible innecesario
Dejar el motor encendido sin mover el coche significa consumir combustible sin avanzar ni un metro. En épocas de precios elevados, esto representa un gasto evitable. Aunque solo sean unos minutos por día, si lo haces a diario, el consumo adicional puede sumar considerablemente.
3.Emisiones contaminantes
El coche emite más gases contaminantes mientras está en marcha en frío, especialmente si está parado. Dejarlo calentando en el garaje, en la entrada de casa o en la calle contribuye a la contaminación del aire y, en algunos países, incluso está prohibido por ley.
4.Desgaste innecesario del motor
Contrario a lo que muchos piensan, dejar el coche encendido en frío puede aumentar el desgaste del motor. Esto se debe a que, en reposo, el aceite no circula con tanta eficiencia como cuando el vehículo está en movimiento. El motor alcanza su temperatura de forma más efectiva cuando se conduce suavemente que si permanece parado.
Entonces, ¿qué deberías hacer en días fríos?
Arrancá y conducí con suavidad
Lo más recomendable es encender el coche, esperar unos 30 segundos y comenzar a conducir con suavidad. Esto ayuda a que todos los componentes mecánicos (motor, transmisión, suspensión) se calienten de forma equilibrada.
No aceleres bruscamente en los primeros minutos
Durante los primeros 5 a 10 minutos de marcha, evitá exigir el motor. No aceleres fuerte ni superes las revoluciones normales. Esto permite que el aceite circule y proteja adecuadamente el motor.
Usá abrigo en lugar de depender del climatizador
Si te molesta el frío dentro del coche, una solución práctica es usar ropa adecuada mientras el vehículo se va calentando naturalmente en movimiento. No dependas exclusivamente del sistema de calefacción.
Mantené el coche en buen estado
En invierno, es clave revisar el nivel de anticongelante, el estado de la batería, la presión de los neumáticos y el sistema de calefacción. Un coche en buen estado funciona mejor incluso en condiciones frías.
Calentar el coche en invierno es un hábito que proviene de otra época. En los vehículos actuales, más que útil, puede resultar contraproducente. Conducir suavemente desde el inicio no solo es suficiente, sino que es lo mejor que podés hacer para cuidar tu coche, tu economía y el medio ambiente.