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¿Es buena el agua con gas para la salud? Beneficios y mitos que debes conocer

El agua con gas, también conocida como agua carbonatada, ha sido durante mucho tiempo motivo de debate. Mientras algunos la evitan por creer que “hincha” o “engorda”, otros la disfrutan como una alternativa saludable y refrescante a las bebidas azucaradas. Pero, ¿cuáles son realmente sus efectos en el organismo? En este artículo repasamos los principales beneficios del agua con gas, desmentimos algunos mitos comunes, y explicamos en qué casos podría no ser recomendable su consumo.


Índice

    ¿El agua con gas engorda?

    Este es uno de los mitos más extendidos. La respuesta es clara: no, el agua con gas no contiene calorías ni azúcares, por lo tanto no engorda. Tiene el mismo aporte energético que el agua sin gas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar sensación de hinchazón abdominal, especialmente si sufren de problemas digestivos o durante el embarazo, donde el estreñimiento puede intensificarse.


    Principales beneficios del agua con gas

    1. Aporte de minerales y electrolitos

    El agua con gas natural suele contener minerales como:

    • Calcio

    • Magnesio

    • Potasio

    • Litio
      Estos micronutrientes son esenciales para el equilibrio electrolítico del cuerpo, especialmente en épocas de calor o tras actividad física.

    2. Mejora la digestión

    El agua carbonatada estimula la producción de jugos gástricos, lo cual favorece una digestión más eficiente. También puede ayudar a incrementar el movimiento intestinal (peristaltismo), lo que facilita el tránsito y evita molestias digestivas leves.

    3. Disminuye el apetito

    Al llegar al estómago, el gas genera una sensación de mayor plenitud, lo que puede reducir el apetito y ser útil en dietas para bajar de peso. Además, al no tener sabor dulce, se puede mezclar fácilmente con jugo de frutas naturales para crear bebidas refrescantes sin calorías adicionales.

    4. Mejora del perfil lipídico

    Algunos estudios indican que el consumo de agua con gas podría ayudar a reducir ligeramente la absorción de grasas en el intestino, lo cual beneficiaría a personas con niveles altos de lípidos en sangre. No reemplaza tratamientos médicos, pero puede ser un apoyo adicional.

    5. Ayuda en la eliminación de toxinas

    Gracias a sus minerales, el agua con gas contribuye a una mejor función renal y eliminación de toxinas, lo cual se traduce en un leve efecto antiinflamatorio en el organismo.

    6. Buena hidratación

    Contrario a lo que muchos piensan, hidrata igual que el agua sin gas, siendo una buena opción para reponer líquidos, especialmente en verano o tras la práctica de ejercicio.

    7. No daña dientes ni huesos

    A diferencia de los refrescos azucarados, el agua con gas no favorece la aparición de caries ni afecta la salud ósea, siempre que se consuma sin aditivos ni saborizantes artificiales.


    ¿Quiénes deberían evitar el agua con gas?

    Aunque es segura para la mayoría de las personas, hay ciertos casos donde se recomienda precaución o evitarla:

    • Personas con enfermedad celíaca, por riesgo de sensibilidad digestiva.

    • Síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn o colitis infecciosa.

    • Pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ya que el gas podría aumentar la presión abdominal y afectar la respiración.

    El agua con gas es una bebida segura, refrescante y con múltiples beneficios cuando se consume con moderación. No engorda, puede mejorar la digestión, ayuda a la saciedad y aporta minerales esenciales. Como todo, su consumo debe adaptarse a cada persona y situación particular. Si tenés dudas o condiciones médicas, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud.

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