Con el uso diario, las cacerolas de metal tienden a acumular grasa, restos de comida quemada y manchas difíciles que parecen imposibles de quitar. Sin embargo, existe un método casero muy eficaz que puede devolverle el brillo y dejarla lista para seguir cocinando.
Paso a paso para limpiar la cacerola
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Preparación inicial: coloca la cacerola en una bandeja amplia para evitar derrames.
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Aplicación de ingredientes: añade una capa de pasta dental en las zonas manchadas y luego espolvorea sal y bicarbonato de sodio.
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Acción del vinagre: vierte vinagre sobre la mezcla; notarás una reacción efervescente que ayuda a despegar la grasa y la suciedad acumulada.
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Tiempo de reposo: deja actuar la preparación por algunos minutos, para que los ingredientes penetren en las manchas más resistentes.
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Limpieza profunda: utiliza la parte áspera de una esponja de cocina y frota con movimientos circulares. Poco a poco, verás cómo la cacerola recupera su superficie limpia.
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Enjuague final: aclara bien con abundante agua y seca con un paño limpio.
Consejos y recomendaciones
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Si la suciedad es muy persistente, repite el proceso una segunda vez.
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Evita usar esponjas metálicas, ya que pueden rayar la superficie de la cacerola.
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Para mantenerla en buen estado, procura lavarla inmediatamente después de cada uso.
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Guarda las cacerolas completamente secas para prevenir manchas de humedad.
Para una mayor comprensión de este contenido te invitamos a ver el siguiente video del canal de 5 Minute Rhythmic İdeas:
Con este sencillo truco casero, tu cacerola de metal quedará libre de grasa, mugre y restos quemados, lista para volver a usarse como el primer día.