Durante la noche, mientras dormimos, nuestro cuerpo entra en un estado de reposo profundo. La presión arterial disminuye, el ritmo cardíaco se ralentiza y todo nuestro organismo trabaja en modo de recuperación.
Por eso, el momento en que despertamos y pasamos de ese reposo al movimiento activo es mucho más delicado de lo que pensamos, especialmente después de los 65 años. Muchos cometen un error al iniciar el día, un gesto aparentemente inofensivo que puede tener consecuencias graves para la salud.
El error matutino que puede afectar tu vida
Uno de los errores más comunes y peligrosos al despertar es levantarse de golpe, casi dando un salto de la cama. Aunque puede parecer una forma enérgica de comenzar el día, para una persona mayor este acto puede alterar seriamente el equilibrio del cuerpo y provocar consecuencias inesperadas.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando nos levantamos bruscamente?
Cuando dormimos, la sangre fluye más lentamente y la presión arterial se mantiene baja. Al levantarse de forma repentina:
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La presión arterial puede caer bruscamente, provocando mareos o una sensación de desorientación.
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El flujo sanguíneo al cerebro puede no ser suficiente de inmediato, lo que puede causar una breve pérdida de equilibrio.
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Aumenta el riesgo de caídas, especialmente si el entorno no está iluminado o hay objetos alrededor.
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Puede haber un esfuerzo repentino del corazón, que podría generar molestias en personas con afecciones cardíacas.
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Las articulaciones y músculos, aún fríos por la inactividad, pueden tensarse, generando molestias o dolor.
¿Qué deberíamos hacer al despertar?
La clave está en despertar de forma gradual y consciente, permitiendo que el cuerpo se adapte poco a poco al cambio de posición. Aquí te dejamos una rutina sencilla y segura para levantarte correctamente:
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Al despertar, quédate acostado unos minutos. Abre los ojos, respira profundo y estira suavemente brazos y piernas.
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Gírate lentamente de costado, preferiblemente hacia el lado dominante.
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Apóyate con el brazo para incorporarte hasta quedar sentado en la cama.
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Quédate sentado al borde de la cama unos segundos. Realiza movimientos suaves con los pies para activar la circulación.
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Ponte de pie lentamente, apoyándote si es necesario, y espera unos segundos antes de caminar.
Consejos adicionales para proteger tu bienestar
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Ten siempre una luz nocturna o lámpara cerca de la cama para evitar levantarte en la oscuridad.
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Evita tener alfombras sueltas o muebles bajos alrededor de la cama que puedan ser un riesgo de tropiezo.
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Hidratate al comenzar el día, incluso con un pequeño vaso de agua, para activar el organismo.
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Consulta con tu médico si experimentás mareos frecuentes, ya que podrían indicar un problema de presión o circulación.
Levantarse correctamente es un pequeño gesto con un gran impacto en la salud. A partir de los 65 años, cada detalle cuenta para conservar el equilibrio, prevenir caídas y empezar el día con energía, pero con seguridad.