Cocinar pechuga de pollo puede parecer sencillo, pero lograr un plato sabroso y jugoso requiere algunos trucos y una combinación equilibrada de ingredientes.
En este artículo educativo, repasaremos paso a paso una receta saludable aprendida de un chef y añadiremos consejos prácticos para mejorar aún más el resultado final.
Además, podrás visualizar la preparación a través del siguiente vídeo del canal de Abundante y sabroso:
Índice
Ingredientes
- 2 filetes de pechuga de pollo
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida
- Pimentón dulce
- Ajo seco molido
- Nuez moscada
- Aceite de oliva
- 2 cebollas
- 1 pimiento dulce (rojo o amarillo)
- 2 cucharadas de pasta de tomate
- 120 ml de vino blanco seco
- 250 g de pasta (preferiblemente integral o de sémola de trigo duro)
- Azúcar (opcional)
- Eneldo fresco
Instrucciones de preparación
- Marinado y sazonado del pollo: Corta las pechugas de pollo en tiras o filetes delgados. Marina con sal, pimienta negra, pimentón, ajo seco, nuez moscada y un chorrito de aceite de oliva. Deja reposar por al menos 15 minutos para potenciar el sabor.
- Preparación del sofrito: En una sartén caliente con aceite de oliva, fríe las cebollas en juliana durante 4 minutos hasta que se vuelvan translúcidas. Añade el pimiento dulce cortado en tiras y cocina 2 minutos más.
- Incorporación del tomate y el vino: Agrega la pasta de tomate y remueve bien. Vierte el vino blanco y cocina durante 5-7 minutos para evaporar el alcohol. Corrige con sal si es necesario.
- Cocción de la pasta: Cocina la pasta en agua con sal hasta que esté al dente. Resérvala.
- Unificación de sabores: Incorpora el pollo al sofrito y cocina durante 10 minutos tapado para que quede jugoso. Agrega azúcar si la salsa está muy ácida. Finaliza con eneldo picado.
Te recomendamos: ¡Esta pechuga de pollo es tan deliciosa que la cocino dos veces por semana!
Consejos adicionales para un mejor resultado:
- Pechuga más jugosa: Puedes sellar las pechugas en sartén por 2 minutos por lado antes de cocerlas con la salsa para conservar sus jugos.
- Mejor textura de la pasta: Si deseas una textura más uniforme, puedes saltear la pasta cocida junto con la salsa y el pollo durante 1-2 minutos antes de servir.
- Sustituciones saludables: Cambia el vino blanco por caldo de pollo si deseas evitar el alcohol. Usa pasta sin gluten si eres celíaco.
- Aporte de vegetales: Puedes añadir espinaca fresca, calabacín o champiñones para incrementar el valor nutricional del plato.
- Conservación: Este plato puede refrigerarse hasta 3 días. Recaliéntalo a fuego medio para mantener su textura y sabor.
Disfruta de esta receta como un almuerzo equilibrado y sabroso o una cena ligera. Esta preparación no solo es saludable, sino también muy versátil, perfecta para quienes buscan cuidar su alimentación sin sacrificar sabor.