“Coplanacu es una palabra compuesta o mestiza que toma del castellano el término «copla», como célula de nuestro cancionero, y del quichua, el sufijo «nacu» que da idea de reciprocidad, encuentro, comunicación. El sentido de llamarnos Coplanacu es que la copla es verdadera cuando es popular y es popular cuando nace de la gente hacia los cantores y los cantores la devuelven cantando a su pueblo”. Así, los artistas santiagueños Julio Paz y Roberto Cantos explican el significado del nombre que eligieron para el popular dúo folklórico que conforman.
El dúo comezó allá por 1985 en la ciudad de Córdoba, cuando transcurrían años de grandes cambios sociales y culturales por la vuelta de la democracia al país. En este marco en el que la música popular florecía otra vez en todas sus expresiones, Julio y Roberto se conocieron porque ambos frecuentaban peñas y guitarreadas donde se juntaban amigos, músicos, bailarines y jóvenes provenientes de otras provincias. La historia había dejado una sensibilidad particular y el ambiente era ahora propicio para el encuentro, el intercambio y el surgimiento de nuevas manifestaciones culturales.
Ambos integrantes del dúo habían crecido en Santiago del Estero, una provincia donde la cultura folklórica está muy arraigada, es parte de la cotidianidad de sus habitantes y prolifera continuamente manifestándose en el surgimiento de gran cantidad de artistas populares. A través de sus experiencias tanto en la ciudad como en el monte santiagueño y de sus relaciones con la historia de su pueblo y con el paisaje, cada uno fue construyendo su afición a la música. Durante la infancia, Roberto tuvo como referencia a su padre, quien era guitarrista, mientras que Julio heredó de su madre la pasión por el canto.
En 1987 participaron en el Congreso Mundial de Juventudes Musicales en Córdoba y luego formaron parte de las giras del movimiento Alternativa Musical Argentina junto a artistas destacados como Miguel A. Estrella, Lito Vitale, León Gieco y Juan Falú. También estuvieron actuando en el Festival Internacional de Folklore Universitario realizado en México en 1995. A principios de los años 90 la cordobesa Andrea Leguizamón, estudiante de violín, se sumó al Dúo Coplanacu.
Desde sus comienzos, participan regularmente de los festivales más populares del país. En el año 2000 recibieron el premio Consagración en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín y en 2001 fueron nombrados padrinos del Festival del Canto y el Agua de Santa Fe. Desde 1997 instalan todos los años la «Peña de los Copla» en Cosquín, durante los días del festival. Declarada de interés municipal, convoca músicos de todo el país y un enorme público. Han sido ternados varias veces para el Premio Gardel de la Música y hoy constituyen un icono de la música nacional de raíz folkórica.
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