Dormir entre 7 y 8 horas por noche es una recomendación habitual para mantenernos saludables y con energía. Pero, ¿qué pasa cuando cumplís con esa regla y aun así te despertás sintiéndote exhausta, con la sensación de no haber descansado nada? Esta situación es más común de lo que parece y tiene causas más profundas de lo que simplemente se atribuye al «estrés». Dormir muchas horas no siempre es sinónimo de dormir bien.
Si cada mañana te levantás con pesadez, sin energía ni motivación, es momento de mirar más allá del reloj y preguntarte: ¿estoy realmente descansando o solo estoy durmiendo?
¿Por qué me siento cansada si duermo lo suficiente?
Dormir 8 horas no garantiza un descanso reparador. El cuerpo y el cerebro necesitan cumplir con ciertos ciclos y condiciones para que ese tiempo sea efectivo. Aquí te contamos algunas razones por las que podrías sentir cansancio persistente a pesar de dormir bien.
🧠 1. Sueño no reparador
No basta con dormir 8 horas: es necesario alcanzar las fases profundas del sueño, especialmente el sueño REM. Si te despertás constantemente durante la noche (aunque no lo notes), tu cuerpo no logra completar los ciclos necesarios para descansar completamente.
Causas comunes:
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Estrés acumulado
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Ruidos ambientales
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Mal colchón o almohada
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Temperatura inadecuada en la habitación
😴 2. Apnea del sueño o trastornos respiratorios nocturnos
La apnea del sueño es una condición en la que la respiración se interrumpe brevemente durante el sueño, lo que puede ocurrir varias veces por hora. Aunque no lo recuerdes, tu cuerpo se despierta constantemente para reanudar la respiración, lo que fragmenta el descanso.
Señales de alarma:
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Ronquidos intensos
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Boca seca al despertar
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Dolor de cabeza matutino
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Sensación de ahogo en la noche
🍩 3. Mala alimentación
Consumir cenas pesadas, azúcares en exceso o bebidas estimulantes como café o alcohol puede alterar la calidad del sueño. Además, una dieta pobre en vitaminas del complejo B, hierro o magnesio puede contribuir al agotamiento crónico.
📱 4. Exposición a pantallas antes de dormir
La luz azul emitida por celulares, tablets y televisores inhibe la producción de melatonina, la hormona del sueño. Esto altera el ritmo circadiano y retrasa el sueño profundo, provocando una sensación de “sueño ligero” y poco efectivo.
🌀 5. Fatiga emocional o mental
El cansancio no siempre es físico. Las preocupaciones constantes, la ansiedad o la sobrecarga mental pueden hacer que, aunque duermas, tu cerebro no desconecte completamente. Esa tensión interna se refleja al despertar.
🔄 6. Falta de rutina regular de sueño
Dormir a distintas horas cada noche desajusta tu reloj biológico. El cuerpo necesita una rutina clara para entrar y salir del sueño de forma natural y eficiente.
🧬 7. Problemas de salud no diagnosticados
Enfermedades como el hipotiroidismo, la anemia, la fibromialgia o la depresión pueden causar fatiga crónica, incluso durmiendo bien.
Es importante consultar con un médico si el cansancio persiste a pesar de haber hecho cambios en los hábitos de descanso.
¿Qué hacer si me siento agotada todo el tiempo?
✅ Establecé una rutina de sueño
Acostate y despertate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto regula tu ritmo circadiano y mejora la calidad del descanso.
🛏️ Cuidá tu entorno para dormir
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Dormí en una habitación oscura, silenciosa y bien ventilada.
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Usá una almohada y colchón adecuados para tu cuerpo.
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Evitá pantallas al menos 1 hora antes de dormir.
🍵 Tomá cenas ligeras
Evitá comidas grasosas, azúcares refinados y bebidas con cafeína o alcohol por la noche. Preferí alimentos suaves como sopas, frutas o infusiones naturales relajantes.
💆♀️ Practicá técnicas de relajación
Respiración profunda, meditación guiada o estiramientos suaves pueden ayudarte a liberar tensiones antes de dormir.
📋 Hacé un chequeo médico
Si probaste todo y el cansancio persiste, lo más prudente es realizar análisis clínicos para descartar problemas hormonales, de sueño o deficiencias nutricionales.
Dormir bien no solo es cuestión de tiempo, sino de calidad y equilibrio corporal y emocional. Escuchar las señales de tu cuerpo, revisar tus hábitos y hacer cambios conscientes puede devolverte la energía que estás buscando cada mañana.