El huevo es uno de los alimentos más completos que existen: aporta proteínas de excelente calidad, vitaminas esenciales, minerales y una saciedad que pocos productos logran. Por eso es tan elegido a la hora del desayuno o para romper el ayuno. Sin embargo, ciertos hábitos en su consumo y almacenamiento pueden disminuir sus nutrientes, favorecer el crecimiento de bacterias e incluso volverlo inflamatorio.
Afortunadamente, con simples ajustes es posible maximizar sus beneficios y reducir los riesgos. Aquí encontrarás consejos prácticos para identificar si un huevo es fresco, cómo almacenarlo correctamente, por qué no conviene consumirlo crudo y, además, una receta de mayonesa casera segura y deliciosa.
¿Cómo saber si un huevo está fresco?
Existe un truco muy sencillo:
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Llena un vaso con agua.
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Introduce el huevo.
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Si se hunde y queda horizontal, es un huevo fresco.
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Si flota, es un huevo viejo. En ese caso, lo ideal es usarlo cuanto antes o desecharlo.
Esta prueba funciona porque con el paso de los días el contenido del huevo pierde humedad y el espacio interno se llena de aire, haciéndolo flotar.
¿Por qué nunca deberías lavar el huevo antes de guardarlo?
Aunque suene lógico, lavar el huevo puede ser perjudicial.
La cáscara tiene una capa protectora natural que impide la entrada de bacterias. Como es porosa, si la lavas, esa protección desaparece y los microorganismos pueden ingresar fácilmente.
Mejor opción:
Guardarlos tal como vienen, sin limpiar, y siempre dentro del refrigerador.
Además, evita colocarlos en la puerta de la heladera: el constante abrir y cerrar genera cambios de temperatura y humedad, deteriora la cáscara y acelera el envejecimiento.
El peligro del huevo crudo
Durante años se volvió popular consumir huevo crudo o batidos con clara para “ganar masa muscular”. Pero esto trae dos problemas:
1. Menor absorción de nutrientes
El huevo crudo contiene avidina, una proteína que se une a la biotina (vitamina B7), impidiendo su absorción. Esta vitamina es clave para el sistema nervioso, la piel y el cabello.
Además, la digestión de la proteína cruda es incompleta: apenas se aprovecha el 50%.
Cuando el huevo está cocido, su proteína se despliega y el cuerpo puede absorber hasta un 90%.
2. Riesgo de salmonella
Un huevo crudo puede contener bacterias como la salmonella y no hay forma de detectarlo, porque no cambia olor, color ni textura.
Esta bacteria puede causar vómitos, diarrea, deshidratación y complicaciones graves, especialmente en niños, embarazadas y adultos mayores.
La única manera de eliminarla es cocinando el huevo.
¿Por qué las yemas varían de color?
El tono de la yema no indica si el huevo es casero o industrial.
Casi siempre depende de la alimentación de la gallina:
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Dietas con maíz, pasto fresco o carotenoides → yemas más naranjas
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Dietas estándar con menos pigmentos → yemas más claras
Ambas son nutritivas, así que no te preocupes demasiado por el color.
Trucos prácticos con el huevo
Cómo pelarlo más fácil
Apenas termines la cocción:
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Sumérgelos en agua muy fría o con hielo.
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Golpea la base (donde está la cámara de aire).
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La cáscara se desprenderá con facilidad.
Cómo evitar que el huevo se rompa al hervir
Añade una pizca de sal o unas gotas de vinagre al agua.
Si se abre, la clara coagulará más rápido y no saldrá por completo.
¿Por qué a veces cuesta pelarlo?
Cuando el huevo es muy fresco, su pH y acidez hacen que la cáscara se adhiera más.
Con algunos días de refrigeración, suele pelarse mucho mejor.
¿Cuál es la mejor forma de cocinar el huevo?
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Hervido
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Revuelto
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A la plancha sin aceites inflamatorios
Evita freírlo con aceites vegetales como girasol o maíz. Se oxidan rápido, generan humo y liberan sustancias que inflaman el organismo.
Si necesitas grasa para cocinar, utiliza:
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Aceite de oliva (a temperatura moderada)
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Aceite de palta
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Mantequilla ghee (solo ocasionalmente)
Receta de Mayonesa Casera con Huevo Cocido (segura y deliciosa)
Ingredientes:
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1 huevo duro
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Aceite (cantidad a gusto)
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Jugo de limón
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Mostaza
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Sal
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Ajo (opcional)
Preparación:
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Coloca todos los ingredientes en una licuadora o procesadora.
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Procesa hasta lograr una textura espesa.
Puedes reemplazar el aceite por palta y obtener una deliciosa mayonesa verde, suave y muy nutritiva.
Duración:
Guárdala siempre en el refrigerador.
De 3 a 5 días como máximo.
Si cambia de color, aroma o textura, descártala.
El huevo puede ser un aliado extraordinario para la salud, siempre que lo manipulemos correctamente. Evitar el consumo crudo, conservarlo de forma adecuada y elegir métodos de cocción saludables permite aprovechar lo mejor de este alimento sencillo, económico y profundamente nutritivo.
