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Cuando alguien en la familia muere, es importante saber esto: nunca conserves estas 4 reliquias

La muerte de un ser querido trae consigo una mezcla de dolor, nostalgia y apego. En medio del duelo, muchos encuentran consuelo guardando objetos personales del fallecido: prendas, cartas, fotografías, artículos que parecieran conservar una parte de su esencia.

Sin embargo, hay ciertas reliquias que, según diversas tradiciones espirituales y creencias populares, no deberían conservarse en casa. No por superstición vacía, sino por lo que pueden representar a nivel energético y emocional. Estos objetos pueden alterar la armonía del hogar, intensificar el apego al dolor o generar sensaciones inexplicables en quienes habitan ese espacio.

A continuación, exploramos cuatro objetos que deberías evitar conservar tras la partida de un ser querido.

 

Índice

    1. Relojes detenidos en la hora de la muerte

    En muchas culturas, los relojes son símbolos del paso del tiempo y del ciclo de la vida. Un reloj que se detuvo justo en el momento de la muerte suele ser percibido como una fuerte conexión con ese instante final.

    ¿Por qué no conservarlo?
    Se dice que mantenerlo puede anclar energéticamente a la persona fallecida a este plano, dificultando su descanso espiritual. También puede actuar como un recordatorio constante de la pérdida, bloqueando el proceso natural del duelo.


    2. Medicamentos y objetos médicos

    A veces, se guardan medicamentos, pastilleros, tensiómetros o utensilios usados durante la enfermedad del familiar fallecido. Aunque sea por descuido o por nostalgia, es mejor desecharlos correctamente.

    ¿Por qué no conservarlos?
    Estos objetos están impregnados de energía de dolor, enfermedad y vulnerabilidad. Su presencia puede generar ansiedad inconsciente o mantener viva una sensación de sufrimiento dentro del hogar.


    3. Prendas de cama y ropa íntima usada

    Guardar la ropa de quien partió puede ser parte natural del proceso de duelo. Sin embargo, conservar almohadas, pijamas, o sábanas usadas durante sus últimos días puede anclar emocionalmente a esa etapa de pérdida.

    ¿Por qué no conservarlas?
    Según algunas tradiciones, estos objetos retienen la «impresión energética» del cuerpo. Dormir con ellos o mantenerlos cerca podría interferir con el equilibrio emocional, generando sensaciones de tristeza, insomnio o sueños perturbadores.


    4. Cabello, uñas u objetos con restos biológicos

    Existen casos en los que, por creencias personales o prácticas antiguas, se guardan mechones de cabello, dientes o incluso fragmentos de uñas como recuerdo.

    ¿Por qué no conservarlos?
    Desde el punto de vista espiritual, son considerados portadores de energía vital. Guardarlos podría simbolizar un apego excesivo, o incluso actuar como un «vínculo físico» con un ciclo que ya debe cerrarse. Además, pueden generar incomodidad o impacto emocional fuerte en otros miembros de la familia.


    ¿Qué conservar entonces?

    Guardar fotografías, cartas, libros favoritos o algún objeto especial que evoque amor y buenos recuerdos sí puede ser parte sana del duelo. La clave está en conservar aquello que ayuda a sanar y recordar con paz, no lo que prolonga el dolor o la sensación de pérdida.


    Resumen:
    Tras la muerte de un ser querido, es importante aprender a soltar con amor. Conservar ciertos objetos puede parecer un acto de homenaje, pero en algunos casos puede dificultar el proceso emocional y energético del duelo. Escuchar lo que sentimos al tocar o ver ese objeto es una guía valiosa. Lo importante no es retener la materia, sino honrar el recuerdo desde la luz y la aceptación.

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