Si encuentras una buena oferta de carne (ya sea cerdo, pollo, res, pato, conejo o pescado), no pierdas la oportunidad de probar esta receta tradicional de conservación de carne. Conocida como «tushonka» en la infancia, esta técnica ha sido adaptada para el horno moderno, siendo una forma sencilla, versátil y perfecta para un estilo de vida saludable y práctico.
Ingredientes necesarios:
- 2,5 – 3 kg de carne a elección (cerdo, pollo, res, pato, conejo, pescado)
- Sal sin yodo
- Pimienta molida (opcional)
- Hojas de laurel trituradas (opcional)
Utensilios necesarios:
- Frascos esterilizados de 720 ml o del tamaño que prefieras
- Tapas herméticas
- Bandeja profunda para horno
- Papel de aluminio
Instrucciones:
- Preparación de la carne: Escoge tu tipo de carne favorita (por ejemplo, pierna de cerdo, cuello de res o trozos de pollo) y córtala en piezas medianas, de aproximadamente el tamaño de una nuez. Condimenta la carne con sal, pimienta y laurel triturado si deseas darle un sabor más aromático. Mezcla bien para que los condimentos se distribuyan de manera uniforme.
- Colocación en frascos: Coloca la carne condimentada en frascos limpios, dejando un espacio de aproximadamente 1 cm en la parte superior. Cubre cada frasco con papel de aluminio perforado ligeramente, para permitir que el vapor escape durante la cocción.
- Cocción en el horno: Coloca los frascos en una bandeja profunda y añade unos 2-3 cm de agua en la base. Introduce la bandeja en el horno frío y configúralo a 180 °C. Cocina durante 2 horas, luego baja la temperatura a 140-150 °C y cocina por otras 2 horas para una cocción lenta y suave.
- Ajuste y sellado de los frascos: Después de las 4 horas de cocción, retira los frascos y añade el jugo que se ha liberado. Puedes agregar una fina capa de grasa en la superficie para un sabor extra.
- Sellado y finalización: Cierra los frascos con las tapas herméticas y vuelve a colocarlos en la bandeja con agua en el horno, a 140 °C por otros 30 minutos. Deja que los frascos se enfríen completamente para evitar un choque térmico.
- Almacenamiento: Una vez fríos, guarda los frascos en un lugar fresco, como el refrigerador, la despensa o el sótano.
Sugerencias para el uso 🥘🍞
La carne en frascos es extremadamente versátil y puede utilizarse en muchas recetas:
- Añade algunos trozos a una tortilla o acompáñala con papas fritas.
- Úsala sobre pasta o como acompañamiento de polenta.
- Disfrútala sobre una rebanada de pan para un desayuno rápido, junto con vegetales frescos.
- Es una alternativa excelente para comidas rápidas sin recurrir a productos empaquetados.
Ventajas de esta receta:
- Sabor auténtico: La carne conserva su sabor natural y delicioso.
- Versatilidad: Ideal para cualquier comida rápida y saludable.
- Sin aditivos: Una opción natural y pura para tu alimentación diaria.
- Conveniencia: Una fuente rápida de proteínas que siempre estará disponible.
Consejos adicionales:
- Personalización de sabores: Puedes agregar tus hierbas y especias favoritas, como tomillo o romero, para personalizar el sabor de la carne.
- Duración en almacenamiento: Almacenar los frascos en un lugar fresco puede permitir que se conserven hasta por varios meses. Revisa siempre que el sello esté intacto antes de consumir.
- Combinaciones prácticas: Esta carne en frasco es perfecta para llevar de viaje o al trabajo, solo necesitas abrir el frasco y calentarla.
Conservar carne en su propio jugo es una forma simple y eficaz de preservar su sabor, perfecta para esos días en los que necesitas una comida rápida y saludable. Prueba esta receta tradicional adaptada y transforma cada plato en una auténtica delicia. ¡Anímate y disfruta de una opción práctica y deliciosa!