Cuando un árbol es cortado, su madera no muere de inmediato. En su interior permanece una gran cantidad de humedad, savia y microorganismos que pueden retrasar el proceso natural de secado durante meses, e incluso años, dependiendo del tipo de madera y del clima. Por esta razón, muchas personas buscan métodos para acelerar ese proceso, especialmente cuando la madera se utilizará como leña, postes o material rústico. Uno de los métodos más comentados es el uso de querosén líquido.
¿Por qué el querosén acelera el secado de la madera?
El querosén es un derivado del petróleo con una alta capacidad de penetración. Cuando entra en contacto con la madera recién cortada, puede infiltrarse en los poros y canales internos que antes transportaban savia. Al hacerlo, desplaza parte de la humedad interna y altera el ambiente donde normalmente prosperan hongos y bacterias responsables de la descomposición lenta.
Además, el querosén actúa como un agente deshidratante indirecto: reduce la capacidad de la madera para retener agua y favorece una evaporación más rápida en la superficie. Por eso, visualmente, la madera puede parecer “seca” en menos tiempo que con un secado natural tradicional.
¿Es un método seguro?
Aquí es donde es fundamental detenerse y analizar con cuidado. Aunque el querosén puede acelerar el secado, no es un método completamente seguro ni ecológico. Se trata de una sustancia inflamable, tóxica y contaminante. Su uso indebido puede generar riesgos para la salud, el suelo y el entorno.
El querosén puede contaminar la tierra, afectar microorganismos beneficiosos y, si se usa en exceso, dejar residuos en la madera que la vuelven peligrosa para ciertos usos, especialmente en espacios cerrados. Además, una madera impregnada con querosén no debe utilizarse para calefacción doméstica, ya que al quemarse libera gases nocivos.
Limitaciones y riesgos a considerar
Otro punto importante es que el secado acelerado no siempre es sinónimo de mejor calidad. La madera puede secarse de forma desigual, provocando grietas, deformaciones o pérdida de resistencia estructural. En muchos casos, el daño interno no es visible de inmediato, pero aparece con el tiempo.
También existe el riesgo de manipulación: derrames, vapores inflamables y contacto con la piel pueden generar accidentes si no se toman precauciones básicas.
Consejos y recomendaciones
Antes de optar por este método, considera estas recomendaciones clave:
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Evalúa si realmente necesitas acelerar el secado o si el secado natural es suficiente.
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Nunca uses querosén en madera destinada a uso interior o combustión.
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Evita aplicar este método cerca de viviendas, animales o fuentes de agua.
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Utiliza siempre protección básica y realiza el proceso en espacios abiertos.
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Considera alternativas más seguras, como el secado al aire con buena ventilación o el uso de hornos especializados.
El uso de querosén líquido para secar árboles cortados puede acelerar el proceso, pero implica riesgos importantes para la salud, el medio ambiente y la calidad de la madera. Antes de aplicarlo, es fundamental comprender sus efectos y evaluar opciones más seguras y sostenibles. A veces, la paciencia y un método natural bien controlado siguen siendo la mejor elección.
