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Cómo preparar un delicioso clericó para estas fiestas

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El clericó es una bebida típica de las fiestas de fin de año, pero se consume durante todo el verano ya que una de sus principales características es ser muy refrescante. Se prepara en recipientes amplios, como jarras o poncheras, y contiene un mix de frutas frescas, que podremos combinar a nuestro antojo, y vino. Hoy les traemos tips para aprender a prepararlo correctamente y una serie de consejos para acompañar esta bebida tan particular.

El boom de la coctelería de este último tiempo ha revalorizado la función del barman y la especialidad en tragos, dándoles a las bebidas un papel principal en la planificación de menúes para fiestas, o acontecimientos de todo tipo. Los cócteles o tragos son el factor decisivo del éxito de las veladas, invitan a relacionarnos con otras personas, avivan el apetito y sofocan la sed.

El clericó es, en nuestro país, uno de los tragos más característicos y frescos del verano. En otras partes del mundo se lo conoce como ponche, y se lo prepara en cantidades considerables, en fuentes grandes que dan la posibilidad a los invitados de servirse solos y cuantas veces quieran. Es una bebida típica de las cenas de fin de año.

La tendencia de mezclar vinos o bebidas alcohólicas con frutas frescas no es nueva, y se remonta a épocas inmemoriales, pero la primera vez que se hace mención a una preparación del estilo fue en el periódico Balance de Nueva York en el año 1806. En la publicación se hacía referencia a que un cóctel es un estimulante cuyos componentes pueden ser, vino, cualquier clase de licor, azúcar, bitters y agua. Durante los locos años veinte, en Norteamérica se popularizan estas preparaciones a punto tal que mucha de ellas sobrevivieron hasta nuestros días.

Pero el origen de la bebida que hoy nos convoca nos lleva a Inglaterra, donde se lo preparaba a base de vino, azúcar, té, frutas y especias. Como en Europa la Navidad se festeja durante el invierno, en esa región se concibió una versión caliente del ponche. La versión francesa se prepara con vino dulce y se aromatiza con limón y clavo de olor. Los italianos acostumbran a beber vino tinto templado con una pizca de canela, sin embargo, la versión romana del ponche es fría y se lo prepara con vino blanco, jugo de limón o de naranja, ron y merengue.

Habrá tantas formas de prepararlo como adherentes tenga, pero hay algo que jamás podrá faltar en un clericó: cubos de frutas frescas, vino y azúcar. El vino será de la variedad que prefieran, champagne, cava, sidra, blanco, rosado o tinto. Se recomienda no agregar mucha azúcar, ya que la fruta tiene su cuota. Y con respecto a las frutas a utilizar podemos utilizar las que vengan con la estación. El trago se puede adornar el trago con hojas de menta.

A continuación te mostramos la receta.[nextpage title=»Receta de Clericó»]

Índice

    Receta de clericó casero:

    Elegiremos las frutas que el verano nos trae, son ideales las naranjas, los duraznos, las uvas, también podemos usar manzanas, cerezas, bananas, frutillas, ananá y todas las que nos gusten. Las vamos a pelar y a cortarlas en cubos de tamaño uniforme. A las frutillas y a las cerezas las podemos poner apenas cortadas a la mitad o enteras.

    El vino que comúnmente se usa en la preparación es el vino blanco, pero como dijimos antes podemos usar el que más nos guste. Si usamos versiones espumantes deberán agregarse apenas antes de servir, para que no se vayan las burbujas.

    Las frutas no deberán estar muy maduras para que no se nos agríe el clericó. Tengamos en cuenta que el alcohol del vino macerará la fruta y si está muy madura tenderá a ponerse muy fuerte.

    Luego de cortadas las frutas las colocamos en una jarra grande o en una ponchera de vidrio bien amplia. A continuación incorporaremos entre 5 y 6 cucharadas de azúcar. Mientras mezclamos para que el azúcar llegue a todos lados vamos machacando un poco los trozos de frutas para que larguen sus jugos a la mezcla, pero teniendo cuidado de no destrozarlos.

    Luego agregamos el vino que hayamos elegido según nuestro gusto y revolvemos bien para que se fusionen los sabores.

    Podemos sofisticar la preparación y hacerla más elegante agregando un toque de algún licor que nos guste o una medida de vodka o también quedará muy bien una de ron.

    Cuando hayamos terminado la preparación llevaremos nuestro clericó a la heladera para que se enfríe. Se recomienda prepararlo por lo menos doce horas antes y evitar ponerle hielo para que no se diluyan los sabores. Se servirá helado en vasos grandes.

    Si se prepara con vino tinto será ideal para acompañar carnes rojas, el vino blanco acompañará mejor bocaditos salados y también será buen acompañante de los postres.

    Esperamos que disfruten de esta opción en sus fiesta de fin de año, sus vacaciones, y durante todo el verano. Esperamos saber cómo les fue con la preparación en los comentarios de la receta.

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