Conservar estas hierbas frescas y vibrantes puede parecer complicado, pero con algunos trucos simples puedes extender su vida útil considerablemente.
A continuación, te ofrezco algunos métodos tradicionales y otros más innovadores para mantener tus hierbas siempre frescas.
1. Conservación en agua
Este método funciona de manera similar a la conservación de flores frescas. Para el perejil y el cilantro:
- Paso a paso:
- Lava bien las hierbas.
- Coloca los tallos en un vaso o frasco lleno de agua, como si fueran flores.
- Guárdalas en la nevera, preferiblemente cubriendo el vaso con una bolsa de plástico o envoltura para crear un ambiente más húmedo.
- Cambia el agua cada dos días para evitar la proliferación de bacterias.
- Duración: Este método puede mantener las hierbas frescas durante aproximadamente una semana, dependiendo de la frescura original de las hierbas al comprarlas.
Este truco es ideal si planeas usar las hierbas en varios platos durante la semana. Además, puedes dejarlas a la vista para recordar que las tienes y darles un toque estético a tu refrigerador.
2. Almacenamiento en la heladera
Una de las formas más sencillas de conservar el perejil y el cilantro es envolverlos en papel toalla húmedo y guardarlos en la heladera.
- Paso a paso:
- Lava las hierbas y sécalas ligeramente.
- Coloca las hojas sobre un papel toalla ligeramente húmedo y envuélvelas suavemente.
- Coloca el paquete dentro de una bolsa plástica y guárdalo en el cajón de vegetales en la heladera.
- Duración: Este método ayuda a mantener las hierbas frescas por hasta una semana. Sin embargo, es importante no humedecer demasiado el papel, ya que el exceso de agua puede provocar que las hojas se pudran.
3. Congelación
Congelar las hierbas frescas es una excelente opción si deseas conservarlas durante más tiempo. Hay varias formas de hacerlo:
- En cubos de hielo:
- Pica finamente las hierbas.
- Colócalas en bandejas para cubitos de hielo y cúbrelas con agua o aceite de oliva.
- Una vez que los cubos estén congelados, retíralos y guárdalos en bolsas plásticas dentro del congelador.
- Duración: Estos cubos de hierbas congeladas pueden durar hasta seis meses. Son perfectos para añadir a guisos, salsas y sopas, ya que el sabor de las hierbas se conserva en gran medida.
- Ventaja adicional: Puedes hacer variaciones mezclando varias hierbas en un solo cubo o añadiendo ajo, jengibre o especias para obtener un cubito de sabor listo para usar en cualquier receta.
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4. Conservación en aceite
Este método no solo mantiene las hierbas frescas, sino que también infunde el aceite con su sabor. Es perfecto para aquellos que aman usar aceite aromatizado en sus platos.
- Paso a paso:
- Pica finamente el perejil o el cilantro.
- Mezcla las hierbas con aceite de oliva y guárdalas en un recipiente hermético.
- Almacena en la heladera y usa tanto el aceite como las hierbas para cocinar o para aliñar ensaladas.
- Duración: Las hierbas conservadas de esta manera se mantendrán frescas durante aproximadamente un mes.
Este aceite aromatizado se puede usar para dar un toque especial a pastas, ensaladas, y cualquier plato que desees enriquecer con un sabor extra.
5. Conservación en sal
Otro método tradicional es usar sal gruesa como agente de conservación.
- Paso a paso:
- Mezcla perejil o cilantro picados con sal gruesa en una proporción de 1 parte de hierbas por 2 de sal.
- Coloca la mezcla en un frasco hermético y almacena en un lugar fresco y seco.
- Duración: Esta mezcla puede durar varios meses y puede añadirse directamente a los platos, ajustando la cantidad de sal en la receta.
Este método es especialmente útil para aquellos que prefieren un sabor más intenso y salado en sus platos.
6. Secado
Secar las hierbas también es una opción práctica, aunque el sabor y la textura cambian.
- Paso a paso:
- Lava y seca bien las hierbas.
- Colócalas en una bandeja para hornear y déjalas secar en el horno a baja temperatura (50°C) durante varias horas, hasta que estén completamente secas.
- Guarda las hierbas secas en un recipiente hermético, lejos de la luz y la humedad.
- Duración: Las hierbas secas pueden durar hasta un año, aunque el sabor será más suave que el de las hierbas frescas o congeladas.