La porcelana fría es uno de los materiales más versátiles, económicos y divertidos para todo tipo de manualidades. Se usa para crear flores decorativas, figuras, recuerdos, adornos navideños, llaveros y más. A diferencia de la cerámica, no requiere horno ni hornallas complejas, ya que se seca al aire y mantiene una textura lisa y resistente.
Lo mejor de todo es que podés prepararla fácilmente en casa con ingredientes comunes. Hoy te mostramos una receta especial con un ingrediente extra que la vuelve súper suave y fácil de moldear: el suavizante de ropa.
🎨 Prepará tu propia porcelana fría extra suave en casa
Con esta receta no solo obtendrás una masa firme y elástica, sino también una textura más sedosa que facilita el trabajo manual, ideal para piezas detalladas.
🧂 Ingredientes:
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1 taza de maizena (fécula de maíz)
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1 taza de pegamento blanco escolar (de buena calidad)
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2 cucharadas de glicerina o crema para manos
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1 cucharada de vinagre blanco
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2 cucharadas de suavizante para ropa (el truco para la suavidad extra)
🧑🍳 Paso a paso (explicado en forma original)
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Prepará la mezcla base
En un bowl o recipiente antiadherente, colocá primero los ingredientes cremosos: la glicerina (o crema para manos), el vinagre y el suavizante. Batí suavemente con cuchara de madera hasta que se forme una mezcla homogénea. Esta base será la responsable de darle flexibilidad, elasticidad y aroma agradable a tu masa. -
Incorporá el pegamento
Verté la taza de pegamento blanco poco a poco mientras seguís mezclando. La textura comenzará a volverse más líquida y uniforme. Seguí revolviendo hasta que no queden grumos. -
Agregá la maizena como si tamizaras
Agregá la maizena en forma de lluvia, despacio y en partes, mientras mezclás con paciencia. Esto evita que se formen grumos secos y permite que la mezcla absorba bien todos los componentes. -
Cociná a fuego bajo o al microondas
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Si usás hornalla, llevá la mezcla a fuego muy bajo y revolvé sin parar con cuchara de madera o espátula de silicona. En pocos minutos notarás que la pasta comienza a espesarse y despegarse de las paredes del recipiente.
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Si preferís microondas, cociná de 30 en 30 segundos. Sacá, mezclá bien cada vez y volvé a calentar. Repetí el proceso hasta que notes que la masa se vuelve densa y compacta.
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Dejá enfriar y amasá bien
Retirá la masa del calor apenas veas que no se pega al recipiente. Esperá que se enfríe un poco, colocala sobre una superficie limpia y empezá a amasarla como si fuera pan. Este paso es clave para lograr una porcelana fría lisa, suave y lista para modelar.
✅ Consejos útiles:
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Guardado: envolvé la porcelana fría en film plástico y guardala en un frasco hermético. También podés aplicar una gota de crema para manos antes de guardarla, para mantener la humedad.
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Color: si querés teñir la masa, usá colorante vegetal en gel o acrílico, mezclándolo con la glicerina desde el comienzo.
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Evitá el exceso de cocción: si cocinás de más, la masa quedará quebradiza. Apenas se despegue de las paredes, es hora de sacarla.
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Superficie antiadherente: para amasar, usá una tabla o mesada con un poco de maizena, así evitarás que se pegue.
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Aroma personalizado: podés usar suavizantes con fragancia para que tu masa tenga un perfume agradable al manipularla.
Con esta receta casera, tu porcelana fría no solo será moldeable, sino también más suave, delicada y duradera. Ideal para tus creaciones más detalladas o para trabajar con niños, esta versión mejorada hará que nunca más vuelvas a comprarla en tiendas. ¡Animate a probarla y disfrutá de la creatividad con tus propias manos!