El pastel frío de coco es un clásico que nunca falla. Suave, húmedo y con ese sabor tropical irresistible, resulta ideal para compartir en una tarde con amigos, acompañar el mate o disfrutar junto a un café. Con ingredientes sencillos y pasos fáciles de seguir, podés preparar un postre casero que sorprende por su textura esponjosa y jugosa al mismo tiempo.
Ingredientes
Para el bizcochuelo
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4 huevos
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2 tazas de azúcar (≈ 400 g)
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3 cucharadas de manteca (≈ 45 g)
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1 taza de leche (≈ 240 ml)
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3 tazas de harina común tamizada (≈ 360 g)
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1 cucharada de polvo de hornear (≈ 10 g)
Para el almíbar
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1 lata de leche condensada (395 g)
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200 ml de leche de coco
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1 taza de leche común (240 ml)
Para la cobertura
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200 ml de crema de leche
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100 g de coco rallado (puede ser fresco o seco)
Preparación paso a paso
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Batido inicial
Batir los huevos con el azúcar y la manteca hasta lograr una mezcla clara, aireada y espumosa. -
Incorporación de líquidos y secos
Agregar la leche y la harina alternando, poco a poco, sin dejar de mezclar. Mantener una velocidad baja para no perder aire en la preparación. -
Polvo de hornear
Añadirlo suavemente con movimientos envolventes hasta que quede bien integrado. -
Horneado
Verter la mezcla en un molde enmantecado y enharinado. Hornear a 180 °C entre 35 y 40 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. -
Preparación del almíbar
Mezclar en un bol la leche condensada, la leche de coco y la leche común. -
Humedecer el bizcochuelo
Con el bizcochuelo aún tibio, pinchar su superficie con un tenedor y bañar poco a poco con el almíbar, dejando que se absorba completamente. -
Cobertura final
Cubrir con crema de leche batida de manera uniforme y espolvorear con coco rallado. -
Reposo en frío
Llevar a la heladera al menos 2 horas para lograr la textura perfecta antes de servir.
Consejos y recomendaciones
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Podés añadir unas gotas de esencia de vainilla en la mezcla inicial para intensificar el sabor.
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Si buscás un postre más liviano, reemplazá la crema de leche por yogur firme natural.
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Para darle un toque especial, decorá la superficie con coco tostado o hilos de leche condensada.
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Conservá el pastel en la heladera, bien tapado, hasta 3 días para que no pierda humedad.
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Si preferís un sabor más fresco, podés añadir ralladura de limón a la mezcla del bizcochuelo.
Este pastel frío de coco es la opción perfecta para quienes disfrutan de un postre casero, refrescante y con un toque tropical que enamora en cada bocado.