Hacer mermelada en casa es una forma deliciosa y natural de aprovechar las frutas de temporada, y la piña es una de las más sabrosas para este propósito. Su aroma tropical, sabor intenso y textura jugosa la convierten en la fruta ideal para preparar una mermelada que podés disfrutar en tostadas, postres, yogures o incluso con quesos.
Además, esta receta no requiere conservantes artificiales, y con solo unos pocos ingredientes tendrás un frasco lleno de sabor casero.
Cómo preparar Mermelada de piña casera
¿Qué vas a necesitar?
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1 piña madura
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1 taza de azúcar (200 g)
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1/4 taza de jugo de limón (60 ml)
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1/2 taza de agua (120 ml)
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1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Paso a paso para hacer la mermelada de piña
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Pelá la piña y retirale el centro duro. Luego, cortala en cubos pequeños.
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Procesá la piña en una licuadora o procesadora si querés una mermelada más suave. Si preferís que tenga trocitos de fruta, podés dejar algunos pedacitos enteros.
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Colocá la piña triturada en una olla, junto con el azúcar, el jugo de limón, el agua y, si querés, la esencia de vainilla.
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Llevá la mezcla a fuego medio, revolviendo de vez en cuando para que no se pegue ni se queme. Una vez que hierva, bajá el fuego.
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Cociná durante unos 35 a 45 minutos, revolviendo con frecuencia, hasta que la mezcla espese. Para saber si está lista, colocá una cucharadita sobre un plato frío: si no se escurre fácilmente, ya está lista.
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Verté la mermelada caliente en frascos de vidrio esterilizados, cerralos bien y dales vuelta durante 10 minutos para que se haga vacío. Luego dejalos enfriar.
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Guardá los frascos en la heladera si no los vas a consumir de inmediato. Una vez abierto, consumilo dentro de 2 a 3 semanas.
Versión light de mermelada de piña
Si estás buscando una opción más liviana, sin azúcar refinada, podés preparar una versión más saludable:
Ingredientes:
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1 piña madura
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2 cucharadas de jugo de limón
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1/2 taza de agua
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2 a 3 cucharadas de edulcorante natural apto para cocción (como stevia o eritritol)
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1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Pasos:
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Repetí el procedimiento anterior, reemplazando el azúcar por el edulcorante. Añadilo solo después de que la piña esté cocida para que conserve mejor el sabor.
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Cociná por menos tiempo, ya que sin azúcar espesa más rápido.
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Guardá en frascos esterilizados y conservá en la heladera.
Beneficios de consumir piña de esta manera
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Aporta vitamina C que fortalece el sistema inmunológico y mejora la absorción de hierro.
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Contiene bromelina, una enzima natural que ayuda a la digestión y tiene propiedades antiinflamatorias.
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Es rica en antioxidantes, que combaten el envejecimiento celular.
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Favorece la hidratación por su alto contenido de agua.
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Ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su fibra natural, aún en forma de mermelada casera.
Consejos útiles
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Usá una piña bien madura: Cuanto más dulce y jugosa esté, menos azúcar necesitarás y más sabrosa será tu mermelada.
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No te excedas con el azúcar, podés ajustar la cantidad según tu gusto y la dulzura natural de la piña.
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El limón es clave, no solo realza el sabor, también actúa como conservante natural.
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Probá sabores nuevos agregando un poco de jengibre rallado, canela o clavo de olor para una versión más especiada.
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Para una textura más firme, podés añadir una cucharadita de pectina natural (opcional) o cocinar un poco más.