La sábila (o aloe vera) es una de las plantas más valoradas en el cuidado de la piel gracias a su capacidad para hidratar, calmar irritaciones y aportar una sensación refrescante inmediata. Si a esto le sumamos los antioxidantes y la vitamina E natural presente en las hojas de espinaca, obtenemos un jabón casero ideal para limpiar, suavizar y revitalizar el rostro sin químicos agresivos.
A continuación encontrarás una guía mejorada, clara y práctica para que puedas elaborar tus propios jabones naturales en casa, con ingredientes frescos y simples.
Ingredientes necesarios
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2 pencas grandes de sábila fresca
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1 taza de hojas de espinaca bien lavadas
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1 barra de glicerina pura (o glicerina vegetal)
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1 pizca de bicarbonato de sodio (opcional, ideal para piel grasa)
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Moldes pequeños o vasitos desechables
Paso 1: Cosechar y preparar la sábila
Corta dos hojas de sábila directamente de la planta. Elige hojas firmes, gruesas y verdes.
Lávalas muy bien para retirar polvo y suciedad. Luego:
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Retira los bordes con espinas.
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Coloca las hojas en agua por unos minutos para que eliminen su acibenza, el líquido amarillento que puede irritar la piel.
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Retira la cáscara con cuidado y conserva solo la pulpa transparente.
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Corta la pulpa en trozos pequeños para facilitar el triturado.
Paso 2: Preparar la espinaca (fuente natural de vitamina E)
La espinaca aportará antioxidantes, vitamina E y nutrientes que ayudan a mantener la piel suave y protegida.
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Lava muy bien las hojas.
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Retira los tallos gruesos.
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Pica las hojas lo más finamente posible.
Paso 3: Triturar ambas preparaciones
En un procesador, mortero o licuadora manual:
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Mezcla poco a poco la sábila con la espinaca.
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No añadas agua; queremos mantener la mezcla espesa y concentrada.
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Tritura hasta obtener un gel verdoso y homogéneo.
Si queda muy espeso, puedes colarlo con una tela fina para retirar restos de fibra.
Paso 4: Derretir la glicerina
Coloca la glicerina picada en trozos finos sobre una olla a baño María.
Cuando esté completamente líquida:
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Retira del fuego.
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Agrégala inmediatamente a la mezcla de sábila y espinaca.
Mezcla con movimientos suaves para evitar que se forme demasiada espuma.
Paso 5: Agregar bicarbonato (opcional)
Si tu piel es grasa, agrega una pizca de bicarbonato.
Esto ayuda a limpiar mejor los poros y eliminar el exceso de sebo.
Si tu piel es seca o sensible, puedes omitirlo.
Paso 6: Verter en moldes y dejar reposar
Rellena los moldes elegidos con la mezcla aún tibia.
Puedes usar:
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Vasitos desechables
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Moldes de silicona
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Pequeños recipientes plásticos
Deja reposar toda la noche.
En 12–24 horas los jabones estarán firmes, aunque pueden endurecer aún más después de algunos días.
Resultado final
Obtendrás entre 15 y 20 jaboncitos naturales, perfectos para el rostro.
Su textura es suave, refrescante y ligera, gracias a la combinación del gel de sábila con los antioxidantes de la espinaca.
Al aplicarlo, sentirás una limpieza profunda, frescura instantánea y una piel más tersa.
Cómo usar tu jabón casero
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Humedece el rostro.
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Frota el jabón suavemente hasta formar una ligera espuma.
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Masajea con movimientos circulares.
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Enjuaga con agua fresca.
Puedes usarlo por la mañana y por la noche.
Beneficios de este jabón natural
Hidrata profundamente
La sábila aporta agua, minerales y gel natural que mantiene la piel suave.
Reduce irritaciones
Ideal para piel expuesta al sol o con enrojecimiento.
Aporta vitamina E natural
Gracias a la espinaca, ayuda a nutrir, proteger y regenerar la piel.
Minimiza poros y controla grasa
Perfecto para piel mixta o grasa, especialmente si agregas bicarbonato.
Es económico y fácil de preparar
Con ingredientes naturales y accesibles.
¿Por qué hacer tu propio jabón natural?
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Evitas químicos agresivos.
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Aprovechas las propiedades puras de la sábila.
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Personalizas tu fórmula según tu tipo de piel.
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Se almacena fácilmente y dura varias semanas.
Advertencia importante
Aunque es un jabón natural, si presentas irritación o alergia, suspende su uso.
No aplicar sobre heridas abiertas.
