Esta es una receta ideal para aquellos a los que les gusta hacer las cosas en tiempo récord, sin mucho esfuerzo y utilizando ingredientes que solemos tener en casa.
Es un budín ideal para acompañar unos buenos mates o para acompañar la chocolatada de los más peques, si queremos podemos bañar algunas rodajas con chocolate blanco o negro o si tenemos algún cumple, podemos decorarlos con una lluvia de granas de colores.
Lo bueno de esta receta es su practicidad, ya que haremos todo en la licuadora, este será el secreto para lograr esa esponjosidad tan añorada.
Compartí la receta de este delicioso budín y ¡hacelo ya mismo!
Ingredientes
2 Huevos
2 Mandarinas
1 Taza de Azúcar
1 Taza de Aceite de girasol
2 Tazas de Harina leudante
Procedimiento
Comenzamos lavando bien las mandarinas, en lo posible tendríamos que cepillar bien la cáscara. Como es una receta en la que vamos a utilizar toda la mandarina, incluyendo la cáscara, es fundamental que este bien limpia.
Así que una vez que las tenemos bien limpias, vamos a pelarlas y guardar las cáscaras.
Desgajamos y sacamos bien todas las semillas, tomate el tiempo de sacar una por una, si no las semillas aportarán un sabor amargo al budín.
Como te mencioné antes, esta es una receta que haremos en la licuadora, así que ponemos las mandarinas con las cascaras en la licuadora y las licuamos.
Si no tenemos licuadora no hay problema, en ese caso sólo utilizaremos la ralladura y el jugo de las mandarinas. Sólo nos tendremos que asegurar de batir la mezcla lo suficiente como para que salga esponjoso.
Luego vamos a incorporar el resto de los ingredientes excepto la harina, entonces agregamos los huevos, el aceite y el azúcar.
Hacemos licuar todo junto, recordemos que cuanto más lo licuemos más esponjoso nos saldrá el budín.
Ahora sí le vamos a ir agregando la harina previamente tamizada de a poco, agregamos un poco y activamos la licuadora. Repetimos la operación hasta que terminemos de agregar toda la harina.
Licuamos por última vez y mientras tanto vamos a ir preparando la budinera, la enmantecamos y enharinamos bien.
Volcamos la preparación en el molde y llevamos a horno moderado a bajo por unos 40 minutos.
Pasado este tiempo, nos aseguramos de que esté bien cocido por dentro pinchándolo con un palillo.
Dejamos enfríar y desmoldamos, si queremos podemos decorar con glasé real hecho con jugo de mandarina o simplemente espolvoreamos con azúcar impalpable.
¡Listo! Receta para chuparse los dedos.
