Con el paso del tiempo, los tules pueden perder su blancura y volverse amarillentos debido a la exposición al sol, el polvo y la humedad.
Esto puede hacer que las cortinas luzcan descuidadas, incluso después de lavarlas.
Te recomendamos: Fundas de almohada manchadas de sudor: ¡mi abuela me enseñó a blanquearlas así!
Sin embargo, con algunos métodos caseros podés devolverles su blancura original sin necesidad de reemplazarlas.
A continuación, te mostramos un proceso efectivo para blanquear un tul amarillento y dejarlo como nuevo.
Índice
Materiales
- 1 taza de bicarbonato de sodio.
- 100 ml de jabón líquido para ropa.
- 1 sobre o medida de blanqueador sin cloro.
- Agua caliente.
- Un balde grande o la bañera.
Procedimiento
- Preparar el remojo inicial: Llená un balde grande o la bañera con agua caliente y disolvé el bicarbonato de sodio junto con el jabón líquido. Mezclá bien hasta que se integren.
- Sumergir el tul: Introducí las cortinas en la mezcla asegurándote de que queden completamente cubiertas. Dejá actuar durante al menos 6 horas. Si el tul está muy manchado, podés dejarlas toda la noche.
- Mover el tul de vez en cuando: Cada cierto tiempo, remové las cortinas con las manos para ayudar a desprender la suciedad acumulada. Notarás cómo el agua empieza a oscurecerse.
- Enjuagar bien: Pasado el tiempo de remojo, sacá las cortinas y enjuagalas con abundante agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón y suciedad.
- Lavar en la lavadora: Programá un lavado con agua caliente (máximo 60°C) usando tu detergente habitual y agregá el blanqueador sin cloro en el compartimiento correspondiente.
- Secado adecuado: Para evitar nuevas manchas, colgá el tul en un espacio aireado pero sin exposición directa al sol.
Consejos para mantener el tul blanco
- Lavá las cortinas al menos una vez por mes para evitar que acumulen polvo.
- Si el tul está muy amarillento, podés repetir el proceso de remojo antes del lavado final.
- Evitá usar lavandina, ya que puede debilitar las fibras del tul y hacer que se deteriore más rápido.
Siguiendo estos pasos, tu tul recuperará su blancura y frescura, dándole un aspecto renovado a tu hogar. ¡Probalo y sorprendete con los resultados!