Por qué me queda el bizcochuelo crudo por dentro ¡5 errores mas comunes!

Cuando sentimos el aroma del bizcochuelo que se está horneando en la cocina sabemos que inundará toda la casa y será muy tentador para todos. Pero cuando vemos el bizcochuelo crudo por dentro, nos preguntamos cuál fue el error.

Muchas veces cuando finaliza la cocción y lo vamos a desmoldar nos podemos llevar esta sorpresa, con un bizcochuelo crudo en su interior.

Bizcochuelo crudo: Uno de los problemas mas comunes
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Precisamente en esos momentos nos replanteamos que hicimos mal o no seguimos bien la receta, quizás las proporciones, etc.

Sin embargo, no nos vamos a quedar con lamentos sino que más bien buscaremos la forma de seguir las instrucciones adecuadas y evitar errores futuros.

Trucos y consejos a seguir para bizcochuelo crudo por dentro

La temperatura del horno

Generalmente las recetas nos indican la temperatura adecuada, sin embargo no todas especifican bien. Por lo cual, siempre hay lugar q equivocarse al momento de la cocción.

La temperatura ideal es de 170-180º C, esta nos permitirá una buena cocción y que salga esponjoso. Ahora si observamos que se hunde en el centro y sale crudo por dentro, nos indicará que la temperatura estuvo por debajo de lo especificado.

Además es importante tener en cuenta que no todos los hornos alcanzan la temperatura de la misma forma, ni llegan a los grados programados. Por lo que resulta fundamental conocer el electrodoméstico con el que estamos trabajando y probar hasta llegar a la temperatura óptima.

También es importante en el horneado que reciba calor arriba y abajo, de esta forma el bizcochuelo crecerá desde abajo hacia arriba, recibiendo una cocción uniforme en su interior.

La posición del bizcochuelo, también influye y por eso la rejilla, es lo más recomendable. Se debe colocar el molde del bizcochuelo encima de la rejilla y ubicarla justo en la parte media del horno.

Tipo de molde adecuado al tamaño del bizcocho

El molde a elegir debe ser acorde a las cantidades de los ingredientes, esto logrará que se eleve correctamente.

Si optamos por un molde demasiado grande, los resultados serán un bizcochuelo más compacto y bajo. Mientras que si elegimos un molde pequeño, es muy probable que la masa del bizcochuelo rebalse el molde y la torta quedará hundida en el centro, además de cruda.

Solo para tener una idea, para que nos salga un bizcochuelo con un molde de tamaño medio, generalmente lleva unos 250 gramos de harina.

Calcular bien las cantidades de los ingredientes

En primer lugar, es esencial utilizar los ingredientes a temperatura ambiente. Si alguno se encuentra demasiado frío, o por el contrario muy caliente, puede afectar la homogeneidad de la masa y no podrá llenarse de aire.

Además es básico y fundamental, que los ingredientes tengan la cantidad adecuada, nunca resulta lo mismo. Si nos excedemos en la harina, por ejemplo, puede crecer de modo irregular y podrá salirnos crudo en el interior.

La harina y los polvos de hornear, en el momento adecuado

La harina siempre se debe mezclar con la levadura química, tamizarlo pero integrarlo al final. Es una gran ayuda hacerlo con una cuchara de madera o espátula, la cual facilita los movimientos envolventes suaves.

De esta forma resulta más fácil, aporta más aire y cuerpo a la masa. Solo en el caso de los ingredientes líquidos como la leche, se puede alternar la harina con el liquido en cuestión.

Recordemos que al tamizar la harina, aireamos el producto y proporcionamos a la masa un extra de suavidad. En caso de no dar este paso, nos puede llevar a obtener un bizcochuelo compacto-bajo o crudo.

¿El tipo de harina influye?

Las mejores harinas para hornear bizcochuelos y evitar que queden crudos por dentro o poco esponjosos, son aquellas denominadas «suaves o harinas leudante».

Cómo incorporar los huevos para que el bizcochuelo no quede crudo

Huevos enteros: Siempre de uno en uno, hasta que el primer huevo no se haya incorporado por completo a la masa no se añade el segundo y así hasta finalizar con todos. También, al batir el huevo para integrarlo, es fundamental hacerlo con energía para airear la masa el máximo posible.

Separando la clara de la yema: Las claras deben batirse a punto de nieve y añadirse justo antes que la harina, en cambio las yemas, van de una en una. Al batir las claras, el aire que proporcionamos a la masa es todavía mayor. Por lo que, este es un truco infalible a la hora de hacer bizcochuelos esponjosos.

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¿Has abierto el horno antes de tiempo?

Este es uno de los errores más comunes y que llevan a obtener un bizcochuelo más crudo por dentro o hundido en el centro es este: abrir el horno antes de tiempo.

La levadura química o polvos de hornear, se activa con el calor del horno. Por eso, al abrirlo cuando todavía no ha finalizado su cocción, se rompe la cadena de calor y como consecuencia el bizcochuelo no sigue elevándose.

No abrir el horno durante los primeros 30 minutos es fundamental, una vez finalizada la cocción recién se puede abrir, para comprobar el grado de cocción.

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