La floración de las plantas es un proceso fascinante y hermoso, pero a menudo requiere de cuidados y nutrientes adecuados para que las flores luzcan en todo su esplendor. Si eres un amante de las plantas y deseas mejorar la calidad y la cantidad de las flores de tu jardín, contar con un abono casero sencillo puede marcar la diferencia.
El abono casero es una alternativa económica y ecológica a los fertilizantes comerciales, ya que puedes utilizar ingredientes comunes y orgánicos que se encuentran fácilmente en tu hogar o jardín. En esta breve introducción, exploraremos algunos consejos y recetas para crear un abono casero que estimule una excelente floración, brindando a tus plantas los nutrientes necesarios para desarrollarse de manera saludable y producir flores vibrantes y exuberantes.
Abono casero para plantas
Hay disponible varias alternativas que actúan como abono de las plantas:
1- Sobrante del agua de las verduras cocinadas:
El líquido utilizado para hervir las verduras, siempre que no se haya añadido sal, puede conservarse y utilizarse para regar las plantas y nutrir la tierra. Para asegurarte de que las verduras están libres de productos químicos, compra sólo productos ecológicos. Es posible que algunas verduras estén contaminadas con pesticidas u otros materiales peligrosos que pueden causar daños.
2- Algas marinas:
Las algas marinas contienen una plétora de elementos beneficiosos como minerales, vitaminas y enzimas que pueden estimular el crecimiento de las plantas. Puedes encontrarlas en los negocios con fines culinarios y de belleza.
Para hacer un líquido rico en nutrientes para las plantas, enjuaga las algas para eliminar la sal y colócalas en un recipiente lleno de agua. Tapa el recipiente y déjalo durante unos dos meses, removiendo cada tres días. Una vez listo, diluye el líquido con más agua antes de rociarlo alrededor de la base de tus plantas.
3- Las cáscaras de banana:
Las bananas son abundantes en potasio, un beneficioso transportador de nutrientes. Las cáscaras pueden cortarse y enterrarse bajo la superficie de la tierra.
4- Granos de café:
Los posos de café, que contienen nitrógeno y antioxidantes, pueden actuar como abono natural. Se sugiere mezclarlos con compost o esparcirlos por el suelo para plantas como rododendros, rosales y árboles de hoja perenne.
5- Con cenizas:
Las personas con chimenea o un hogar en la casa pueden guardar cenizas que contengan fósforo, potasio, calcio y magnesio para mezclarlas con tierra o compost y ponerlas alrededor de las raíces de las plantas.
6- Cáscara de huevo:
Las cáscaras de huevo se limpian, se dividen en trozos y se colocan en la tierra para aumentar la fertilidad del suelo y evitar que las plagas ataquen a las plantas.
7- Vino tinto:
Añadir una pequeña cantidad de vino tinto al agua de riego puede mejorar la fertilidad del suelo y favorecer un crecimiento más rápido de las plantas. Para comprobarlo, prueba a diluir un poco de vino que te haya sobrado en el riego.
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Abono casero para geranios y rosas:
Las cáscaras de bananas que vimos arriba son especialmente buenas para las rosas. Se pueden remojar en un recipiente con agua durante 2 semanas. El líquido obtenido se debe rociar sobre la base de las rosaledas para favorecer la floración y repeler los parásitos.
La levadura de cerveza es un gran sustituto también. Sus proteínas, minerales y vitaminas ayudan a las rosas y los geranios a florecer. Para utilizarla, disuelve 3 cucharadas de levadura de cerveza en 10 litros de agua.
Abono casero para tomates:
Es esencial recordar que, además de abonar, es igualmente importante proporcionar a tus plantas un riego regular. Si falta potasio, el follaje puede volverse frágil y las hojas deshidratarse. Para combatirlo, puedes añadir a la tierra un poco de la solución de ortiga mencionada anteriormente.
Los tomates deben plantarse en otoño a una profundidad de unos 30 cm (4 kg de tierra por metro cuadrado) para satisfacer todas las necesidades de las plantas. Para abonar, lo ideal es utilizar abono orgánico o estiércol hervido, aunque también puede utilizarse compost.