En la tranquilidad del hogar, especialmente en la cocina, creemos estar seguros. Pero lo que muchos desconocen es que algunos electrodomésticos y utensilios comunes pueden emitir pequeñas dosis de radiación electromagnética o química que, con el tiempo, afectan la salud.
Este tipo de radiación no causa efectos inmediatos, pero sí puede tener consecuencias acumulativas, sobre todo en los adultos mayores, cuyo sistema inmunológico y celular es más vulnerable al daño silencioso. A continuación, te contamos cuáles son esos objetos cotidianos, por qué pueden ser peligrosos y qué medidas podés tomar para protegerte a vos y a tus seres queridos.
6 objetos de cocina que emiten radiación y dañan a los adultos mayores
1. Microondas
El horno microondas emite radiación electromagnética no ionizante para calentar los alimentos. Si bien está diseñado para mantener la radiación contenida, un aparato viejo, con la puerta dañada o que no cierra bien, puede liberar ondas hacia el entorno. En personas mayores, esto puede provocar dolores de cabeza, fatiga y alteraciones en la presión arterial con una exposición prolongada.
2. Cocinas de inducción
Las cocinas de inducción funcionan generando un campo electromagnético que calienta directamente el recipiente. Aunque son eficientes, su cercanía directa con el cuerpo (especialmente al cocinar por largos periodos) puede afectar el ritmo cardíaco en personas con marcapasos o sensibilidad eléctrica.
3. Refrigeradores inteligentes
Los nuevos modelos de heladeras “inteligentes” emiten radiación de tipo Wi-Fi y ondas electromagnéticas constantes. Al estar encendidos las 24 horas, este tipo de exposición prolongada puede afectar el sueño, la memoria y aumentar el estrés oxidativo en adultos mayores.
4. Sartenes con recubrimiento antiadherente dañado
No emiten radiación electromagnética, pero sí pueden liberar compuestos tóxicos al calentarse si el teflón está rayado. Estos vapores actúan como una «radiación química» silenciosa que afecta al sistema respiratorio y nervioso. Son especialmente peligrosos para personas mayores con pulmones sensibles o afecciones cardíacas.
5. Hornos eléctricos con mal aislamiento
Los hornos eléctricos viejos o de baja calidad pueden tener un mal aislamiento térmico y eléctrico. Esto no solo representa un riesgo de quemaduras o cortocircuitos, sino que pueden generar campos electromagnéticos que afectan a personas sensibles, provocando insomnio o ansiedad crónica.
6. Calentadores eléctricos de agua de cocina
Estos dispositivos, como hervidores eléctricos o termotanques, también emiten campos electromagnéticos. Su cercanía frecuente al cuerpo durante su uso puede afectar el sistema nervioso autónomo en personas mayores, provocando descompensaciones leves pero repetitivas.
Consejos para protegerse en casa
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Revisar regularmente los electrodomésticos: Si están viejos, con cables pelados o puertas dañadas, es mejor reemplazarlos.
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Mantener distancia al usarlos: No te quedes cerca de ellos mientras funcionan, especialmente microondas, cocinas de inducción y hornos eléctricos.
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Evitar el uso prolongado: Usalos lo justo y necesario. Si tenés que calentar algo varias veces al día, es mejor usar métodos tradicionales como el fuego bajo o el horno a gas.
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Ventilar bien la cocina: Abrí ventanas después de cocinar, especialmente si usás sartenes antiadherentes o el horno eléctrico.
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Optar por utensilios seguros: Preferí ollas de acero inoxidable o cerámica en lugar de teflón dañado.
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Desenchufar cuando no uses: Aunque parezca obvio, muchos electrodomésticos siguen emitiendo pequeñas ondas mientras están enchufados.
Cuidar la salud de los adultos mayores empieza por detectar los riesgos invisibles que los rodean en casa. La cocina, centro de la vida diaria, puede volverse más segura con simples cambios. Prevenir hoy es vivir mejor mañana.