Los termos son aliados indispensables para mantener nuestras bebidas calientes o frías por más tiempo. Son prácticos, duraderos y cada vez más populares para llevar café, té o agua a cualquier parte. Sin embargo, no todo es apto para ser guardado en un termo.
Algunos líquidos o alimentos pueden deteriorarlo, alterar el sabor o incluso afectar tu salud. En este artículo te contamos, cuáles son las tres cosas que nunca deberías poner dentro de tu termo y cómo cuidarlo correctamente para que te dure muchos años.
Las 3 cosas que nunca debes guardar en un termo
1. Bebidas lácteas (leche o derivados)
Guardar leche caliente o bebidas con leche en un termo puede parecer una buena idea, pero es un grave error. La leche es un producto altamente perecedero que, al mantenerse a temperatura constante durante varias horas, favorece la proliferación de bacterias. Esto no solo puede causar mal olor, sino también riesgos para la salud si se consume más tarde. Además, los residuos pueden adherirse al interior y ser muy difíciles de limpiar completamente.
Consejo: Si necesitas llevar leche, procura usar un envase térmico solo por un tiempo corto y lávalo apenas termines de usarlo.
2. Jugos naturales o bebidas ácidas (limón, naranja, etc.)
Los líquidos con alto contenido ácido, como jugos cítricos, pueden reaccionar con el acero inoxidable u otros materiales del termo, provocando desgaste, alteración del sabor e incluso posibles contaminaciones por liberación de metales. Esta reacción química puede dañar el revestimiento interno del termo y reducir considerablemente su vida útil.
Consejo: Lleva los jugos en envases de vidrio o plástico apto para alimentos y consúmelos pronto.
3. Sopas o alimentos con trozos sólidos
Aunque un termo puede parecer ideal para mantener caliente una sopa, especialmente en invierno, la realidad es que muchos termos no están diseñados para alimentos con trozos sólidos. Las sopas espesas, con pasta, arroz o verduras, pueden obstruir el mecanismo de cierre, dificultar la limpieza y generar acumulación de residuos. Además, los alimentos muy calientes y cerrados herméticamente pueden generar presión interna.
Consejo: Si necesitas transportar sopa, utiliza un termo especialmente diseñado para alimentos, que tenga boca ancha y cierre con válvula de seguridad.
Cómo cuidar tu termo correctamente
Para alargar la vida útil de tu termo y garantizar que siempre conserve bien el sabor y la temperatura de tus bebidas, seguí estos consejos:
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Límpialo después de cada uso, especialmente si usaste líquidos con azúcar, leche o restos de comida. Usá agua caliente con unas gotas de vinagre o bicarbonato para desinfectarlo sin dañar los materiales.
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Secalo bien antes de guardarlo. Dejalo abierto unas horas para evitar malos olores y la formación de moho en el interior.
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No lo metas al lavavajillas, a menos que el fabricante lo indique. El calor excesivo puede dañar el aislamiento.
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Evita los golpes y caídas, ya que pueden afectar el vacío interno y hacer que pierda su capacidad térmica.
El termo es un excelente compañero diario, pero requiere ciertos cuidados y precauciones. Evitá guardar leche, jugos ácidos o sopas con sólidos si no querés arruinarlo o poner en riesgo tu salud. Elegí bien qué llevar en él, y limpiálo siempre con atención. Así, tu termo te acompañará en cientos de mañanas frías y días calurosos, sin sorpresas desagradables.