Sin duda, el vino es una bebida muy presente en todas las mesas del mundo. De hecho, la mayoría busca un vino de excelente aroma y sabor pero siempre bien acompañado por la infaltable gastronomía. Sin embargo, detrás de una tentadora y delicada botella de vino hay todo un proceso y trabajo realizado por especialistas.
Ciertamente el vino es una delicada bebida que abarca muchos matices, además del cuidado que requiere para proteger su sabor natural, su aroma y color. Por eso, el envase o la botella tiene mucho que ver en este largo proceso hasta llegar a nuestra mesa y degustarlo.
Seguramente hemos observado el color de la botella, en su gran mayoría son de color verde o verde oscuro. Si bien es cierto que hay de otros colores, el que más predomina las tonalidades sigue siendo la gama del verde. En vista de esto, quizás nos preguntemos:
¿Si el color de la botella tendrá que ver con las medidas de cuidado que se emplean?
A continuación veremos algunos conceptos para entender la razón de su color:
Indiscutiblemente el color del cristal está relacionado directamente con la protección contra la luz solar, sin embargo no es la razón principal del tono verde de la botella.
- Principalmente la razón es plenamente comercial, ya sea a nivel el estético, de conservación y porque es el más económico o barato. De hecho, el cristal de color verde es el de costo más bajo en el mercado.
Antes de conocerse el efecto que tiene la luz sobre el vino, se guardaba en barricas o barril que disponían las bodegas. Así se lo cuidaba hasta ser servido a los clientes que lo llevaban en las botellas.
- La realidad de hoy es que el vidrio verde es el más barato, precisamente por las impurezas de óxido ferroso. Para quitar dichas impurezas se debía limpiar el cristal y trabajarlo de manera más fina, por lo cual el costo es mayor. Probablemente al principio el color de las botellas eran ambarino y sucio, debido a las impurezas del cristal.
La razón principal de su color:
- Sin duda alguna, el tiempo ha demostrado que las botellas de color verde protegen mucho mejor el vino. Porque la radiación ultravioleta sobre algunos componentes químicos se destruyen ante la acción de la luz, como consecuencia con el tiempo se van creando sustancias que afean el buen sabor y el aroma del vino.
- Con razón los maestros bodegueros protegen el vino de la luz con más o menos esmero, según la mezcla y la fermentación que lleve esta delicada bebida.
Si es necesario comparar los efectos de una botella de cristal blanco y una botella de cristal verde, debemos decir claramente lo siguiente:
- El vidrio transparente no filtra más que un pequeño porcentaje de la luz, en cambio el color verde es capaz de filtrar entre el 30 y 60% de la radiación. Sin embargo, el mejor color que protege el vino es el ámbar que atrapa casi un 90%.
- Sin duda que colocar un vidrio coloreado permite que las moléculas que dan el color absorban esa energía, protegiendo su interior.
Por todo lo considerado queda claro que detrás de un buen vino que llega a nuestra mesa, hay todo un proceso de cuidados para que el olor, sabor y textura, se conserven intactos. Como dicen los bodegueros experimentados sobre esta delicada bebida, se la considera una obra de arte que merece ser protegida y mimada, no solo por sus creadores sino por quienes la consumen y la degustan cada día en sus hogares.
