La historia del soldado Pedro, el héroe de Malvinas que nunca se rindió

En el cementerio militar de Darwin en las Islas Malvinas, se encuentran las tumbas destinadas a los héroes argentinos que por falta de su identidad fueron llamados «solo conocidos por Dios». Tristemente hay 123 muertos sin nombre aún, sin embargo hay un soldado llamado «Pedro» donde se mezcla el misterio y la leyenda de su historia.

  • Su cuerpo sin vida fue encontrado en la zona de combate de Puerto Argentino, según relatos británicos se refieren a «Pedro» como el soldado argentino que tuvo un último acto luminoso de rebeldía. Claramente este soldado rehusó rendirse ante sus enemigos, murió en combate como miles de héroes y aunque no fue fácil la reconstrucción de los hechos, tuvo lugar en la noche del 13 de junio de 1982.

heroe pedro

Apenas algunas horas antes de la caída del Puerto argentino, tras 8 horas de aguante y con un clima muy severo que como lo llaman los isleños a la nevisca, una verdadera y continua tortura helada e hiriente caía aquella noche. El segundo Batallón de guardias Escoceses asaltó a las fuerzas Argentinas, en una agonizante linea de defensa de las tropas argentinas que llegaron el 2 de abril con el sueño de recuperar las islas Malvinas sin imaginar a lo que realmente se enfrentarían.

Tristemente la realidad mostraba en el campo de batalla los restos de un resultado previsible, heridos, muertos, gritos de dolor, destrozos de armas, pero también una leyenda. Nos referimos al soldado Pedro, sin apellido.

Solo en la crueldad de esa tormenta, decidió NO rendirse sino que luchó con lo que tenia hasta su muerte.

Al igual que el héroe de una leyenda, hay misterio que lo rodea. Por eso no existe documentos, identificación, nada relacionado con él. Solo se sabe que los ingleses lo enterraron en el cementerio militar de Darwin, con la inscripción que dice:

«Soldado argentino solo conocido por Dios».

Sin embargo, su final fue muy diferente porque según relatan los soldados ingleses sobre Pedro como «se resistió durante una hora». Otros agregan que disparó al enemigo hasta el final, de hecho aunque un oficial argentino prisionero se lo pedía y rogaba que se entregue, Pedro no se rindió.

Con respecto a detalles sobre su cuerpo, revela un poco más sobre lo que provocó su firme resistencia:

«Fue abatido por una combinación de cohetes antitanque, pero una última y decisiva bala le partió su cabeza»…

Lo curioso es que su cuerpo cayó en un lugar tan intrincado que después de seis meses que había terminado la guerra, finalmente fue encontrado. Los enterradores civiles lo bautizaron como Pedro, quizás por ser un nombre latino, poco importa la razón porque quedo claro que allí yacía el cuerpo de un valeroso argentino que jamás se rindió.

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