Historia del chamame Kilometro 11

Kilómetro 11, así se llama una de las canciones más famosas y emblemática de la música folklórica Argentina. De hecho, se la considera el himno del chamamé tan difundido en la provincia de Corrientes y de todo el litoral.

Ciertamente se convirtió en un verdadero clásico y se grabó en varios idiomas, es interesante conocer la historia detrás de esta popular canción y de porqué recibe ese nombre.

historia de kilometro 11

 Historia de Kilómetro 11

Para entender su origen vamos a hablar del músico y floklorista argentino Mario del Tránsito Cocomarola, una figura muy influyente del chamamé. Cuenta con un repertorio amplio de alrededor de 400 composiciones que incluye el popular chamamé de kilómetro 11.

Además se cuenta como él desde chico aprendió a tocar un acordeón de 8 bajos y 21 botones, más tarde comenzó a tocar el bandoneón. Su crecimiento musical fue tan rápido que a los 13 años ya se había convertido en un músico profesional y antes de cumplir los 18 años ya tenía su propio grupo, el «Trío Cocomarola».

  • A fines de la década del 30 sufre un incidente con su auto en la ruta, precisamente le ocurre esto camino a una de sus actuaciones, nada grave solo fue la pinchadura de un neumático. No le quedo otra salida que parar para efectuar el cambio y continuar el viaje, mientras eso sucede surge una melodía improvisada por parte de Cocomarola y Félix Vallejo. Un dato interesante es que había un viejo cartel algo descolorido que indicaba un punto: el km 11, así surgió  esta canción y su nombre. La misma recorrería el mundo, fue traducida en alemán, francés, italiano, portugués y hebreo.

En 1940, Cocomarola viajó a Buenos Aires para tomar clases de música durante tres años con Constante Aguer. Es a él a quien le pide que le ponga letra a la melodía, de hecho se compuso una en castellano y la otra en guaraní. Es así como en 1944, grabó el chamamé que llegaría a tener un alcance mundial inimaginable.

En Argentina, forma parte del repertorio de más de 200 interpretes de renombre. También lo llaman «el himno de Corrientes», su melodía pegadiza es contagiosa y hace bailar a todo el mundo.

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