Al zorrino común (Conepatus chinga) también se lo conoce como zorrillo, lista blanca; yagua né (guaraní); chingue o chiñe (araucano); añas, añasco, añango o añatuya (quichua); pishinga o paicansillo (Salta); zorrilho (portugués); hog-nosed skunk (inglés).
Es un mamífero mustélido endémico del continente americano, perteneciente a la familia Mephitidae. Posee un rinario rosado y desprovisto de pelos. Las patas son cortas y el cuerpo robusto. La cola es larga y con abundante pelaje. Posee garras muy fuertes y curvadas. El macho presenta la cabeza de mayor tamaño que la hembra. Mide entre 30 y 45 cm. La cola tiene un largo de 20 a 35 cm. y pesa de 2 a 3 kilos.
El pelaje es inconfundible, con una coloración de base negra, aunque presentan importantes variaciones (del negro o marrón oscuro al pardo rojizo) de acuerdo a la región que habita. La mayoría de los individuos posee dos bandas blancas que van desde la cabeza hasta la cola, aunque existe una considerable variación en cuanto a su tamaño y disposición. Por ejemplo, en los animales cuyanos, se observa el extremo de la cola blanco, mientras que los del Litoral, tienen bandas angostas con la cola corta y negra. Se caracteriza por tener en la última porción del recto glándulas que secretan una sustancia de olor desagradable, que la utiliza como estrategia de defensa, rociando a los predadores (pumas, perros, rapaces).
Es de hábitos solitarios, crepusculares y nocturnos. Se alimenta de todo, es decir que son omnívoros y generalistas. Su dieta incluye insectos y sus larvas, anfibios, lagartijas, pequeñas aves, reptiles, anfibios, roedores, carroña, bulbos y raíces. Se encuentra en distintos ambientes, tanto en pastizales como en bosques y estepas. La gestación dura 40 días y paren de 2 a 5 crías por camada en los meses de primavera-verano.
Guillermo Hudson escribió algunas líneas sobre él: “Quizás fuera posible brindarle al lector una idea del carácter odioso de esta criatura, diciendo que a quienes llegan del extranjero jamás he omitido de prevenirlos contra el zorrino, describiéndoles minuciosamente sus costumbres y aspecto. Lo peor es el olor de su líquido, -tras lo cual el del ajo picado es un perfume de lavanda- que tortura los nervios olfatorios y parece invadir todo el sistema.” En el noroeste a quien tiene mala suerte dicen que está “orinado por zorrinos”.
Abarca el sudeste de Brasil, Paraguay, oeste de Bolivia, sudoeste de Perú, Chile, Uruguay y Argentina. En nuestro país, Conepatus chinga ocupa las porciones norte y centro (sur de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Córdoba, San Luis, La Rioja, San Juan y Catamarca). Se diferencian 7 subespecies en al ámbito del territorio argentino.
Habita en cuevas, grietas entre piedras y/o troncos huecos de zonas abiertas (pastizales, pedregales y/o áreas desérticas) aunque también puede buscar refugio en zonas boscosas. Se lo encuentra asociados tanto a pastizales de altura (hasta los 5000 m.s.n.m.) como a áreas de vegetación chaqueña sin llegar a ocupar ambientes de Yungas. Puede cavar su propia madriguera u ocupar la de armadillos o vizcachas.
Está catalogado como de preocupación menor por la UICN (2014), pero es una especie potencialmente vulnerable, ya que es uno de los animales que más sufre los atropellamientos en las rutas de todo el país. Además su piel fue muy utilizada por la industria peletera, con lo cual su población declinó bastante en número. También sufre por el uso indiscriminado de los pesticidas, es nuestra responsabilidad cuidar de esta especie ya que, al igual que otros animales, es un importante “insecticida” natural, por lo cual debemos disminuir el uso de agroquímicos en los campos y así contribuir a la restauración natural de las especies nativas.
