En su vídeo, Maira mostró el ticket con los gastos totales y dio detalles de lo que el grupo había consumido durante su estancia. «Bebieron 14 cervezas y 3 refrescos, gastaron un total de 70.400 $», informó.
La escasa propina fue especialmente descorazonadora para Maira, que había hecho todo lo posible por prestar un servicio excelente al numeroso grupo. A pesar de su esfuerzo y dedicación, los comensales no la habían recompensado adecuadamente. La historia de Maira resonó en muchos de sus seguidores, que compartieron sus propias experiencias de propinas injustas y se compadecieron de ella.
“Les doy la cuenta, me dieron un fajito de propina. Diecisiete personas”, remarcó y mostró el dinero. En las imágenes se ve cómo cuenta los billetes de $10 y $20. “Dejaron a razón de $15 por persona”, dijo entre risas la moza.
Y añadió irónica: “Me río porque si no me tengo que largar a llorar”.
La reacción del público y sus opiniones encontradas
El vídeo no tardó en ganar adeptos en Internet, consiguiendo más de 400.000 visitas y 15.000 «me gusta» en cuestión de horas. Cuando el vídeo se difundió por Internet, empezaron a llover los comentarios, y muchos expresaron su acuerdo con la queja de la mujer. Sin embargo, también hubo quien no compartió sus sentimientos y optó por criticarla. A pesar de las respuestas mixtas, el vídeo siguió siendo compartido y discutido por muchos.
La camarera recibió un torrente de críticas de quienes argumentaban que la propina no era obligatoria. Fue bombardeada con más de 800 comentarios y, en lugar de ignorarlos, decidió responder. A través de una serie de vídeos, abordó de frente las críticas y explicó por qué las propinas eran tan importantes para ella y sus colegas.
Explicó que los sueldos que ganaban eran extremadamente bajos y que las propinas les proporcionaban unos ingresos extra esenciales. Sin este dinero extra, les resultaba difícil llegar a fin de mes. Se mostró apasionada en su defensa de la práctica de las propinas, y sus palabras resonaron en muchos espectadores.