¿Qué implica ser un buen padre? ; seguramente es la pregunta inquietante de muchos padres que se esmeran por cumplir de la mejor manera con su responsabilidad, que por otra parte no es para nada fácil en el mundo de hoy con tantas exigencias y tantas demandas.
Quizás algunos piensen que un buen padre es el que manda a sus hijos a las mejores escuelas, es quien paga todo y cubre las necesidades del hogar, los lleva de vacaciones todos los años, les compra muchos regalos tratando de cubrir la ausencia por trabajar de sol a sombra, para que nada les falte a su familia.
Obviamente esto es muy valorado y tiene un reconocimiento importante por parte de su familia, sin embargo el dinero y las cosas materiales no es todo el deber cuando se asume la paternidad. De hecho, va más allá porque tiene que ver con la crianza y educación de los hijos, estar presente en los momentos malos y buenos mientras los hijos crecen, dicho en otras palabras es saber que la familia está en primer lugar y ante cualquier otro compromiso.
Diversas formas de amar
Hay que tener en cuenta que existen padres que no son muy expresivos en sus sentimientos para con sus hijos, quizás son algo fríos y hasta ausentes, como así también hay otros que son todo lo contrario de sobreprotectores y estrictos, pero tristemente los hay desinteresados o desobligados para con sus hijos.
Sin embargo y más allá de todo esto, existen características que reflejan claramente cuando un hombre es en verdad un excelente padre. Veremos a continuación estos rasgos:
1: Nunca se marcha o abandona
- Sin duda son aquellos padres que permanecen junto a sus hijos sin importar las circunstancias, y aunque estén sometidos a situaciones muy difíciles jamás abandonan. Consideran a sus hijos muy especiales, únicos y lo más sagrado que tienen en la vida. De hecho, desde el mismo vientre viven con emoción todo el desarrollo y el crecimiento del bebe junto a sus esposas. Viven a flor de piel la ternura de su hijito recién nacido, y hasta derraman lágrimas por la mirada y la sonrisa de su bebe.
2: La familia es el amor más grande
- Algunos padres se dedican a pleno a sus trabajos, su objetivo primordial es obtener el dinero para las necesidades de su familia. Pero lamentablemente esto implica pasar largas jornadas lejos del hogar, llegando al grado de olvidarse por completo de que su esposa e hijos los están esperando. Muchas veces sucede que por causa de su trabajo estará ausente en actos escolares o eventos familiares, donde los niños desean que ambos padres los acompañen.
- Un buen padre deja todo lo que está haciendo para acudir rápidamente a donde está su familia, ellos son su prioridad. Además disfrutan cada momento compartido con sus hijos, se sienten en paz al estar junto a ellos y sienten felicidad. Cada reencuentro con sus hijos es algo maravilloso y verlos felices al recibir algún regalo u obsequio por más sencillo que sea, es algo sublime al contemplar su alegría en el rostro.
3: Está comprometido en la crianza de sus hijos
- Trabaja en equipo junto a su esposa para impartir la educación a los hijos, para establecer valores, reglas y limitaciones. Al mismo tiempo de que se esfuerzan por ser ejemplos en conducta en todo aspecto de la vida y así sus hijos puedan observar lo genuino que son, les enseñan a ser buenas personas, a tratar con respecto, amabilidad y generosidad a los demás.
4: Motivación
- Los buenos padres se involucran al máximo con las actividades de sus hijos y así compartir tiempo de calidad, además como conocen bien la capacidad de sus hijos los ayudan a explotar al máximo sus habilidades y destrezas. Se los motiva continuamente a ir tras sus sueños y proyectos, por eso cuando lo alcanzan se aplauden sus logros.
5: Se hace todo por la felicidad de los hijos
- Los buenos padres nunca dejan que sus problemas afecten a sus hijos y evitan generarles preocupación innecesaria, de hecho siempre procurarán que todas sus decisiones sean encaminadas para el bienestar de ellos.
