El cuerpo humano cuenta con múltiples puntos reflejos capaces de influir en nuestro bienestar general, y la oreja es una de las zonas más sensibles y completas para la estimulación manual. A través de un masaje preciso, se puede aliviar la tensión muscular, reducir el dolor facial y mejorar la circulación en la zona del cuello y la mandíbula.
Hoy aprenderás a identificar y trabajar dos puntos clave de la oreja, utilizando únicamente las yemas de tus dedos y movimientos suaves.
1. Punto debajo del lóbulo de la oreja
Este punto se encuentra en el pequeño hueco entre el ángulo mandibular y el hueso mastoideo, justo donde termina el lóbulo de la oreja.
Cómo localizarlo:
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Coloca un dedo justo debajo del lóbulo de la oreja.
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Con el otro dedo, busca el espacio intermedio entre la mandíbula y el hueso detrás de la oreja.
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No presiones sobre el hueso, sino sobre la zona blanda que se encuentra en el medio.
Cómo trabajarlo:
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Realiza movimientos circulares suaves en sentido contrario a las agujas del reloj, orientando ligeramente la presión hacia el oído.
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Masajea durante 3 minutos, pero haz una pausa de 1 minuto cada tanto para que la zona descanse.
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Es normal sentir una ligera molestia, pero no debe generar dolor intenso.
Este punto ayuda a relajar los músculos faciales, reducir la tensión mandibular y mejorar el flujo linfático del rostro.
2. Punto sobre el trago de la oreja
El trago es esa pequeña protuberancia de cartílago que se encuentra justo frente al conducto auditivo.
El punto de trabajo está encima del trago, en el centro de esa pequeña área.
Cómo trabajarlo:
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Coloca el dedo índice sobre el punto y presiona suavemente durante 30 segundos.
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Descansa 10 segundos y repite este proceso cuatro veces.
Este punto está relacionado con la calma y la regulación del sistema nervioso, y se usa frecuentemente en terapias de acupresión para aliviar estrés, ansiedad y dolores de cabeza.
Recomendamos ver este video para una mejor comprensión:
Consejos adicionales
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Realiza estos masajes en un ambiente tranquilo, respirando profundamente.
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No los practiques si tienes infecciones de oído, heridas o inflamaciones en la zona.
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Puedes aplicar una gota de aceite esencial (como lavanda o menta) para potenciar el efecto relajante.
Importante:
Estos puntos son de apoyo complementario para el bienestar general. No sustituyen el diagnóstico ni el tratamiento médico profesional.
Si el dolor o la tensión persisten, consulta a un especialista.