El lechuzón orejudo (Asio clamator), pertenece a la familia strigidae. Es un ave de hábitos nocturnos que pasa gran parte del día en la zona baja de la copa de los árboles. Su nombre común se debe a que presenta dos “penachos” de plumas sobre la cabeza que asemejan a orejas, sin embargo como en todas las aves, los oídos se encuentran escondidos por su plumaje dentro del cráneo, permitiéndole amplificar los sonidos.
Mide 36 cm. Posee un llamativo disco fácil blanco rodeado de negro, que le permite captar los sonidos de sus presas, como si fuera una antena parabólica. Es un gran consumidor de roedores y aves pequeñas que captura con sus fuertes garras. Una buena forma de reconocer a sus presas es analizando las egagrópilas que suelen encontrarse debajo de su posadero. Estas son una mezcla de huesos, plumas y/o pelos que regurgita, ya que sólo consume los tejidos blandos.
Uno de sus sentidos más desarrollado es el del oído. Los oídos de esta especie se ubican asimétricamente en el cráneo, con el fin de ayudar a localizar los sonidos. También se destaca el sentido de la vista. Presenta dos globos oculares muy desarrollados y adaptados a la oscuridad, ubicados en la zona frontal de la cara, lo que le permite calcular velocidades y distancias, sobre todo para cazar. Otra adaptación para lograr capturar a sus presas sigilosamente, es la de tener el borde de las plumas de las alas desflecadas, para que su vuelo sea extremadamente silencioso.
Suelen ser más oídos que vistos por sus colores crípticos y hábitos crepusculares y nocturnos, por esto es importante reconocer sus vocalizaciones. Producen un lastimero “jiii…” y una serie de “ladridos” graves “auh…”. Menos de un 3% de las especies de aves están activas durante la noche, y la mitad de ellas son búhos; estas aves actúan como homólogas nocturnas de los halcones, cazadores pero de día.
Todos los búhos se reconocen fácilmente por su forma: pose vertical, cola corta, cabeza grande y denso plumaje, que les da un perfil sin cuello. Dos ojos enormes, frontales y generalmente amarillos o naranjas, que miran fijos desde los discos de plumas radiantes que los rodean. Además poseen potentes patas cubiertas de plumas, con garras curvadas para hacerse con la presa. Su pico es corto y curvado hacia abajo y puede quedar a veces oculto entre las plumas.
Su aspecto es muy similar al del lechuzón de campo, pero el lechuzón orejudo presenta “orejas” más largas y juntas. En ventral tiene un notable, grueso y regular estriado de negro.
En Argentina puede encontrárselo en el centro y norte. Principalmente habita selvas en galería, sabanas y arboledas. Su situación es estable, la UICN lo cataloga como de preocupación menor (2014). Cumple un importante rol biológico como controlador de plagas, por lo cual es indispensable que estas aves sigan desarrollándose de manera natural en su rango de distribución.
