Las croquetas de jamón son un clásico de la cocina casera que nunca pasa de moda. Con una textura crujiente por fuera y una suave y cremosa por dentro, estas croquetas de jamón son la combinación perfecta de sabor y confort. Hacerlas en casa es más fácil de lo que parece, ¡anímate a prepararlas!
La clave está en una buena masa de bechamel con jamón, que garantice una croqueta llena de sabor y que se derrita en la boca.
Índice
Cómo preparar Croquetas de jamón
Para preparar estas deliciosas croquetas, vas a necesitar:
Ingredientes
- 1 litro de leche entera de vaca
- 35 g de aceite de oliva de sabor suave
- 50 g de mantequilla
- 15 g de grasa blanca de jamón
- 100 g de harina de trigo
- 150 g de jamón picado muy fino
- Sal, cantidad necesaria
- Huevos, cantidad necesaria
- Pan rallado o panko, cantidad necesaria
- Aceite para freír, cantidad suficiente
- Pimienta negra recién molida, un toque (opcional)
Procedimiento
- Preparar las grasas: En una cazuela ancha y de fondo grueso, añade el aceite de oliva, la mantequilla y la grasa blanca de jamón. Calienta a fuego bajo hasta que la mantequilla y la grasa se derritan y se mezclen con el aceite, formando una base rica en sabor.
- Añadir el jamón: Incorpora el jamón finamente picado y cocina por unos minutos, removiendo ocasionalmente para que suelte todo su sabor en la grasa caliente.
- Cocinar la harina: Añade la harina de trigo de una sola vez y mezcla con unas varillas, cocinándola a fuego medio durante unos tres minutos. Este paso es importante para que la harina pierda su sabor a crudo, sin llegar a dorarse.
- Incorporar la leche: Vierte la leche poco a poco, subiendo el fuego y removiendo enérgicamente con las varillas para evitar que se formen grumos. Cocina la mezcla a fuego alto durante unos tres minutos, hasta que la masa comience a espesar.
- Cocción lenta de la masa: Reduce el fuego al mínimo y cocina la mezcla durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando con una espátula. La masa estará lista cuando se despegue fácilmente del fondo de la cazuela al pasar la espátula.
- Sazonar: Ajusta la sal y, si lo deseas, añade una pizca de pimienta negra recién molida. Mezcla bien para integrar los sabores y retira del fuego.
- Refrigeración: Pasa la masa a una fuente plana y cubre con papel film en contacto directo con la superficie para evitar que se forme una costra. Deja que se enfríe y luego refrigera hasta el día siguiente.
- Formar las croquetas: Una vez la masa esté fría y firme, da forma a las croquetas. Puedes hacerlo con las manos, ligeramente engrasadas con aceite para evitar que se peguen, o con dos cucharas. Luego, pásalas por huevo batido y después por pan rallado o panko, asegurándote de que queden bien cubiertas.
- Reposo en la nevera: Coloca las croquetas en una bandeja y déjalas reposar en la nevera durante al menos una hora para que el rebozado se asiente y quede más crujiente al freír.
- Freír las croquetas: Calienta el aceite en una sartén profunda o freidora. Fríe las croquetas en tandas pequeñas para que el aceite mantenga la temperatura, cocinándolas hasta que estén doradas y crujientes. Usa un colador o una rejilla para escurrir el exceso de aceite una vez fritas.
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Consejos para preparar las mejores croquetas de jamón
- Evita grumos en la masa: Incorpora la leche poco a poco mientras mezclas enérgicamente para lograr una bechamel suave y sin grumos.
- Consistencia perfecta: Cocina la masa a fuego bajo y con paciencia para obtener una bechamel cremosa y con la textura ideal.
- Enfría bien la masa: Refrigerar la masa toda la noche ayuda a que esté lo suficientemente firme para formar las croquetas sin problemas.
- Rebozado crujiente: El reposo en la nevera una vez rebozadas permite que el pan rallado se adhiera mejor y queden más crujientes.
- Temperatura del aceite: Es clave que el aceite esté a 180 °C para lograr croquetas doradas y crujientes por fuera, pero cremosas por dentro.
Esta receta de croquetas de jamón es un deleite clásico, ideal para cualquier ocasión. ¡Disfrútalas calientes y crujientes!