El angelito milagroso es uno de los santos populares, que surgieron en el siglo XX, al cual se le atribuyen algunos milagros.
Miguelito o bien Miguel Ángel Gaitán (9 de julio de 1966 — 24 de junio de 1967) falleció cuando solo faltaban 15 días para cumplir su primer año, a causa de meningitis. El pequeño nació en la Banda Florida, una pequeña localidad perteneciente al departamento General Felipe Varela, de la provincia La Rioja.
El misterio comenzó cuando se descubrió que su cadáver permanecía en perfecto estado, aún luego de haber pasado siete años de su muerte. Una fuerte tormenta dejó al descubierto el ataúd del pequeño.
Cuatro veces se volvió a intentar construir tumbas pero las mismas se derrumbaban al día siguiente y el ataúd quedaba al descubierto. Por lo tanto, los vecinos resolvieron mantener el mismo al aire. Fue allí cuando se dieron cuenta que la tapa estaba suelta y dedujeron que lo mejor era dejar el cuerpo a la vista. Su madre decidió transportarlo a un ataúd con una tapa de vidrio, donde aún permanece y es venerado religiosamente por muchas personas de la Argentina.
«Colocamos piedras y objetos pesados sobre la tapa, pero cada mañana la encontrábamos removida» cuenta la madre de Miguel Ángel
A través del ataúd con tapa vidriada se ve su rostro y su madre le cambia habitualmente de ropa. Los creyentes llegan al lugar y dejan allí diferentes tipos de ofrendas, especialmente juguetes junto con algunos pedidos especiales.
En ocasiones se encuentran en las mañanas los juguetes desparramados tal como si un niño hubiera estado jugando allí. Los fieles afirman que es el propio Miguelito quien estuvo divirtiéndose con ellos.
Esta es solo una de las tantas historias que tienen nuestros pueblos.
