“El Yapú”, uno de los pájaros más grandes y hermosos del litoral argentino

“El Yapú”, uno de los pájaros más grandes y hermosos del litoral argentino

En las provincias de Corrientes y Misiones son dueños de una cultura aborigen muy arraigada, de hecho en la actualidad existen muchas comunidades que están distribuidas en diversas zonas de la provincia donde se habla el idioma guaraní denominado Avañé.

Es interesante como la alianza que tiene «Aves Argentinas y la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico», comparten semanalmente algunos secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país.

Este es el caso de una hermosa especie que tiene como significado de su nombre guaraní, mentiroso. Es portador de ese nombre porque emite un sonido onomatopéyico, que dice: Yapúuuu, en pleno vuelo.

Además es primo del Gnorimopsar chopi, que también habita en otras provincias del norte argentino. Denominado uno de los pájaros más grande y hermoso del litoral

Hábitat del Yapú

Esta ave se distribuye de forma amplia en Sudamérica, desde Colombia, Venezuela y Guayanas. Lo hace a través de la Amazonia en todo Brasil, a excepción de Rio Grande do Sul hasta el norte y este de Bolivia, Paraguay y norte de Argentina.

Inclusive en Argentina ingresa por un lado, a través de las Yungas en las provincias de Salta y Jujuy. Y por otro lado, se encuentra en el este de Formosa, noreste de Corrientes y extremo sur de Misiones.

Se puede observar que habita en parches y selvas en galería, pero es muy escaso donde falta bosque alto.

Características del Yapú

Por ejemplo: La hembra mide 34 cm y pesa 160 gramos, mientras que el macho es mucho más grande y de apariencia robusta, hasta alcanzar unos 45 cm y un peso de 290 gramos.

De hecho, es considerado como uno de los “passeriformes” o “pájaros verdaderos” o “con forma de gorrión”. Ciertamente es uno de los más grandes y atractivo de la Argentina, sumamente vistoso por su larga cola amarilla con sus plumas centrales oscuras.

Para más detalle de su aspecto tan majestuoso, es que su plumaje es negro brillante con algunas plumas amarillas dispersas en su cuerpo. Su pico es de color marfil y el iris celeste, el macho luce plumas alargadas en forma de cresta.

En el caso de la hembra es más opaca el color de sus plumas y con una cresta poco notable, además es una especie sociable que se desplaza en grupos pequeños.

Se han observado que son más numerosos en la época de invierno, se ha podido observar hasta más de 500 bandadas de estas aves en la provincia de Salta. Su alimentación son los frutos, los insectos, arácnidos y néctar, aunque también captura a pequeños vertebrados.

Si tenemos que hablar del despliegue en vuelo, sin duda le pertenece al macho que se luce de manera llamativa y atractiva. Con fuertes vocalización agita sus alas con mucha fuerza produciendo un fuerte susurro, como con un sonido instrumental.

Con respecto a su nido tiene forma de bolsa cerrada y colgante o como una «boya» y solo la hembra puede tejerlo con las fibras de palmeras y otros vegetales. Su tamaño es muy grande y largo, pudiendo alcanzar hasta 2 m de longitud. Por lo que su construcción puede llevar entre 2 a 3 semanas, aproximadamente.

En su interior se puede observar un lecho de hojas secas colocadas por la hembra, también cuenta con dos huevos blancos que demandan una incubación entre 17 a 19 días. Sus pichones permanecen en su hogar durante unos 28 a 34 días.

Solo la hembra incuba y alimenta a los pichones, ya que esta especie tiene la particularidad de que los machos son polígamos y se asocian a varias hembras que anidan en una sola colonia de varios nidos a la vez.

Maravillosamente en las provincias de Formosa y Paraguay, es muy común ver que sus nidos cuelguen sobre el agua, desde árboles altos de la selva forman parte de la galería que habitan. De hecho, en Salta y Jujuy hasta pueden colgar sobre el vació de una ladera o un valle profundo.

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