El oso de anteojos es endémico de los Andes, y es la única especie existente de osos en América del Sur. Es una especie que tiene poblaciones vulnerables desde 1982 debido a que es muy probable que llegue a desaparecer más de un 30 % de la población en un periodo de solo 30 años.
Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, son los países que cuenta con las mayores poblaciones de esta especie, mientras que en Perú sólo habitan cerca de 5000 individuos en 1800 km de Cordillera, por este motivo es una especie que se encuentra en peligro de extinción.
El Oso de Anteojos es descendiente del ya extinto Arctodus simus, es uno de los mamíferos con mayor alzada de Sudamérica, mide un poco más de 2 mts cuando se pone en dos patas, y los machos son mucho más grandes que las hembras.
Esta especie pesa entre 90 y 180 kg, tiene dimorfismo sexual y vive en estado salvaje 25 años, en cautividad casi 23, y el máximo que se ha comprobado en cautividad son 36 años. Además cuenta con un hocico que es el más corto de todos los osos y a pesar de su apariencia pesada, el oso de anteojos es ágil y rápido, a diferencia de las especies del hemisferio.
Esta es una de las ocho especies de oso que aún existen en el mundo, se distribuye solo en la región andina amazónica de América del Sur, en zonas de Venezuela, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina, en ambas vertientes de la cordillera de los Andes.
Todo indica que en el siglo XV, el área de distribución del oso de anteojos era más extensa, es posible que su distribución incluia las Sierras Pampeanas de San Luis y Córdoba, e incluso las laderas del Aconquija y las sierras boscosas de Ancasti que se encuentran en el centro oeste de Argentina.
El cuidado por esta especie en peligro de extinción está incluído en el Apéndice I del CITES y está protegido por la Legislación Nacional de cada país. Asimismo, hay dudas sobre algunas de estas leyes y algunas personas lo utilizan para poder matar a los osos con gran impunidad.
