Reparar un grifo o canilla que gotea o que tiene problemas de movimiento es una tarea que, para la mayoría de las personas, resulta intimidante. Muchas personas optaría por llamar a un plomero profesional ante este tipo de inconveniente, pero la buena noticia es que puedes hacerlo tu mismo.
En realidad, este tipo de reparación no requiere herramientas especializadas ni conocimientos avanzados de plomería. Con un enfoque adecuado, paciencia y los materiales correctos, cualquier persona puede solucionar este problema muy común.
A continuación, observa el procedimiento paso a paso, en el siguiente vídeo del canal de Reparador 101:
Índice
Reparación de un grifo que gotea
- Cierre la válvula principal: Antes de comenzar, es crucial cerrar la válvula principal para evitar fugas. Esto garantiza que no se derrame agua mientras trabajas en el grifo.
- Desmontaje del cartucho: La parte que suele estar causando el problema es el cartucho. Este componente interno regula el flujo de agua. Desmontarlo requiere aflojar una tuerca que suele estar muy apretada.
- Limpieza del cartucho: El siguiente paso es limpiar el cartucho con agua jabonosa y retirar cualquier obstrucción, como pequeños residuos, que impidan el flujo adecuado de agua.
- Uso de alcohol isopropílico y lubricación: Luego de la limpieza, es recomendable usar alcohol isopropílico para desinfectar y limpiar las partes. Finalmente, lubrique el cartucho con aceite de silicona para garantizar que el movimiento sea suave.
- Reensamblaje y prueba: Una vez que todo esté limpio y lubricado, puedes volver a ensamblar las piezas. Prueba el grifo y asegúrate de que funcione correctamente y no gotee.
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Consejos adicionales:
- Mantenimiento preventivo: Una limpieza regular del grifo, incluso si no presenta problemas visibles, puede prevenir futuros problemas como obstrucciones o piezas desgastadas.
- Ten siempre a mano herramientas básicas: Tener una llave ajustable, alcohol isopropílico y aceite de silicona en tu kit de herramientas puede ahorrarte tiempo cuando surgen problemas con los grifos.
- No uses fuerza excesiva: Si una parte no se afloja fácilmente, intenta usar lubricante o una herramienta adecuada en lugar de aplicar demasiada fuerza, para evitar dañar las piezas.