Si querés probar algo delicioso pero no tenés ganas de complicarte con la preparación, esta receta es ideal para vos.
Esta torta queda con una textura suave y esponjosa, como una especie de soufflé delicioso, ideal para compartir con amigos y familia.
Además no sólo que es riquísima, sino también que es muy fácil de preparar. En menos de 20 minutos, ya tendrás todo listo para llevar al horno, más unos 40 minutos de cocción. Así que en 1 hora exacta, podrás disfrutar de esta deliciosa opción fresca y dulce.
Queda riquísima, ¡no dejes de hacerla!
Ingredientes
-500 g de Ricota
-1 lata de Leche condensada
-500 ml de Leche
-3 cdas. de Maicena
-4 cdas. de Azúcar
-4 Yemas
-4 Claras
Decoración
-150 g de Chocolate blanco rallado
-100 g de Cerezas
Procedimiento
- Encendemos el horno para que vaya calentando, lo dejamos en unos 180 grados.
- Para hacer esta sencilla receta, comenzamos poniendo todos los ingredientes juntos, exceptuando las yemas.
- Accionamos la licuadora por unos 5 minutos hasta que logre espumarse. Volcamos en un recipiente.
- Por otro lado, vamos a batir las claras, hasta lograr el punto nieve.
- Las incorporamos a la preparación anterior, incorporando con movimientos suaves y envolventes para que no pierdan su esponjosidad.
- Enmantecamos y enharinamos un molde y volcamos la mezcla.
- Llevamos al horno por unos 40 minutos, hasta que se dore.
- Dejamos enfriar y desmoldamos.
- Decoramos con rulitos o chips de chocolate blanco y con cerezas o frutillas.
Tips y consejos
- Cuando utilizamos el queso ricota en alguna preparación, es necesario que retiremos por completo el líquido que generalmente contienen. Este líquido es el suero y es sencillo de quitar, simplemente ponemos la ricota en un lienzo y exprimimos bien.
- Si no tenemos licuadora para hacer esta receta, la hacemos con un batidor, tratando de que la mezcla quede lo más homogénea posible.
- Si queremos darle un poco de textura a esta torta, podemos agregarle unas nueces picadas ¡Le queda muy rico!
