A todos generalmente hablando, nos gusta el arroz pero cuantas veces nos ha pasado el hacer arroz por demás y no saber que hacer con el. No es tiempo para estar desperdiciando nada, por ello te traemos esta receta super sencilla.
Estos bocaditos se convertirán en tu gran aliado a la hora de no saber que hacer de comer, sobretodo cuando queremos hacer algo rápido, sin complicaciones y que les guste a todos, incluyendo a los más peques.
A estos bocaditos los haremos de jamón y queso pero en realidad podemos hacerlos de los que nosotros queramos, por ejemplo en mi caso si me sobra arroz, termino haciendo unos bocaditos de arroz y acelga que quedan buenísimos.
Te animamos a que los hagas y que compartas la receta.
Ingredientes
3 tazas de té de arroz blanco hervido
3 cucharadas de manteca
1/2 taza de leche
3 cucharadas de harina de trigo
1 taza de jamón rallado
1 taza de queso mozzarella rallado
1/2 taza de perejil
Sal a gusto
1 taza de pan rallado
Aceite para freír
Salsa
3 dientes de ajo
1/2 taza de leche
1/2 taza perejil
1/2 taza de aceite
Sal a gusto
Procedimiento
Comenzamos preparando la salsa para que al momento de servir, podamos bañar los bocaditos.
Colocamos los dientes de ajo, la leche y el perejil en una licuadora, comenzamos a licuar y de a poco incorporamos el aceite hasta formar un salsa espesa y salpimentemos. Reservamos para servir al final.
Por otro lado, vamos a colocar en la licuadora la leche, la manteca y la harina, mezclamos y terminamos agregando el arroz. Tengamos en cuenta que no queremos que nos quede una papilla de arroz, solo es para que lo triture un poco. Pasamos la mezcla a un bol.
Vamos a rallar la mozzarella y el jamón y se los agregamos a la preparación. Mezclamos para incorporar bien todos los ingredientes e incorporamos el perejil, cuanto más fresco esté mejor.
Vamos a ver que la mezcla nos queda como una especie de masa, ese es el punto justo para formar nuestros bocaditos.
Agarramos con la mano un puñado de esta mezcla, modelamos dándole la forma deseada y sellamos con pan rallado sin apretar demasiado.
En una sartén colocamos bastante aceite obviamente teniendo en cuenta el tamaño de nuestros bocaditos. Aclaro esto porque muchas veces mezquinamos aceite al momento de freír y lo único que conseguiremos es que nuestros bocaditos nos se cocinen bien y salgan quemados.
Además si una vez que terminamos de freír, este aceite está limpio, podemos volverlo a utilizar para freír. Algunos dicen que esto no es recomendable pero lo cierto es que a mi me da lástima tirarlo, así que suelo colarlo y guardarlo, pese a esto te recomiendo a que no lo utilices más de tres veces.
Volviendo a la receta, una vez que el aceite esta caliente comenzamos a freírlos de un lado y del otro hasta que estén dorados.
Escurrimos bien y los ponemos sobre papel de cocina para que absorba bien el aceite. Al momento de servirlos, terminamos la presentación bañándolos con la salsa que habíamos hecho con anterioridad.
El hacer la mezcla en la licuadora hace que nos ahorremos un montón de tiempo, sin embargo no es imprescindible para hacerlo. Si no tenemos licuadora, podemos aplastar el arroz con un tenedor y nos quedará igual.
No hay excusas para que hagas estos deliciosos bocados, ¡a disfrutarlos!
