La historia de la conservación de la naturaleza está ligada a la historia de los estudios de la biodiversidad. Los pueblos originarios aportaron, y lo siguen haciendo, conocimientos sobre el uso correcto de muchas especies que nos permiten valorarlas mejor, y los viajeros que recorrieron el país hasta el siglo XIX brindaron detalles de los paisajes originarios, visiones fundamentales para entender el punto de partida histórico de los ambientes antropizados actuales, es decir, modificados por el ser humano.
Al realizar estos análisis de la vida de las plantas y animales silvestres, se comenzaron a detectar problemas que los afectan. También surgen aportes de los dirigentes y administradores de recursos naturales que al detectar una sobreexplotación de una especie silvestre, dictan normas para limitar su aprovechamiento, con el fin de permitirle a las poblaciones que se recuperen.
Así es como surge el movimiento conservacionista que hoy conocemos, este término incluye el uso racional de las especies y el ambiente en general. El aprovechamiento sustentable es el objetivo primordial que hoy se plantea en todo el mundo, es decir, hacer uso de los recursos naturales siempre dentro de los límites de la capacidad ambiental y, sobre esa base, satisfacer las necesidades de la presente generación, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Con respecto a la problemática ambiental en la Argentina, es similar a la situación mundial, ya que hemos vivido mucho tiempo con la idea de que la naturaleza era un bien inagotable, gratuito y eterno. Actualmente sabemos que eso está muy lejos de la realidad, siendo la pérdida, fragmentación, degradación y destrucción de ambientes, la principal causa de extinción de especies. Esto es un proceso irreversible, que nos priva para siempre de un material genético único e irremplazable del que tal vez ni siquiera sepamos aún qué aplicaciones prácticas podría tener en beneficio de la misma humanidad que lo destruye.
Según un comunicado de prensa de la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza, 2006), 784 especies se encuentran oficialmente extintas y 65 sobreviven sólo en cautiverio o bajo cultivo. Dicha lista roja cuenta con un total de 40.177 especies evaluadas, de las cuales 16.119 figuran como especies amenazadas de extinción.
Por todo lo dicho anteriormente, es indispensable comenzar a conocer, valorar y cuidar nuestras especies nativas. Una de las formas es visitando áreas naturales protegidas y promoviendo la implementación de las ya existentes y la creación de nuevas. Estas pueden ser municipales, provinciales, nacionales o reservas, incluso privadas.
Afortunadamente existen numerosas áreas protegidas en nuestro país, pero aún no son suficientes, ya que los parques nacionales representan tal sólo el 1,31% del territorio nacional, quedando muchas especies y ambientes desprotegidos. Por otra parte algunas áreas declaradas como reservas o parques no están implementadas, debido a las importantes carencias que sufren principalmente los sistemas provinciales, en lo referente a recursos humanos y presupuesto. En los últimos meses de este año (2014) se sumaron dos nuevos parques nacionales muy esperados y por los cuales se trabajó intensamente, estos son el PN El Impenetrable (situado en la interfase ecotonal entre el chaco semiárido y el chaco húmedo, por lo que se encuentran especies de ambos biomas, aumentando de este modo su biodiversidad) y el PN Patagonia (una meseta patagónica que alberga numerosas lagunas en las que el Macá Tobiano, un ave que migra en el invierno y que está en peligro de extinción, encuentra las condiciones necesarias para nidificar).
Te proponemos visitar 5 lugares en donde podrás conocer el rico y variado patrimonio natural argentino:
La Reserva Ecológica Costanera Sur
Es un lugar único en medio del microcentro porteño, en donde se pueden avistar hasta 260 especies de aves, además de otros animales como cuises, lagartos overos y comadrejas. También alberga gran cantidad de especies de flora nativa y cuenta con un vivero el cual provee la vegetación que se utiliza para restaurar los ambientes naturales y controlar la invasión de especies exóticas.
La Reserva Privada El Destino
Está emplazada en la localidad de Magdalena, provincia de Buenos Aires. Se conserva buena parte de los talares originarios con su fauna asociada. Estos bosques se ubicaban en la franja costera del Río de la Plata, extendiéndose hasta las cercanías de Mar del Plata. Esta reserva tiene salida al río y cuenta con la posibilidad de hospedarse en carpa o en dormitorios.
El Parque Provincial Urugua-í
Se encuentra al norte de Misiones y tiene 84.000 ha. En ella se puede observar una gran variedad de especies de aves, mamíferos como el tapir y las corzuelas, y diversas especies de flora representativas de la selva paranaense. Además se puede acampar allí, aunque no cuenta con ningún tipo de servicio, se puede vivir una linda experiencia agreste.
El Parque Nacional Calilegua
Se ubica en la zona de las yungas, una selva nublada que se extiende por las laderas orientales de las montañas en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca, entre los 350 y 3.000 metros de altura. Es una región rica en aves, con muchas especies propias.
El Parque Nacional Perito Moreno
Es uno de los parques menos visitados y conocidos de la región andino-patagónica. Está ubicado en el noroeste de la provincia de Santa Cruz. Presenta extensos bosques de lenga, estepa patagónica, dos sistemas lacustres, restos fósiles y una variada fauna, entre la que se destacan tropillas de guanacos, choiques, pumas, zorros y un ciervo autóctono declarado monumento natural, el huemul.
El turismo mal planificado también puede producir graves disturbios, por lo cual hay que ser muy cautos cuando se realizan actividades turísticas en estas zonas. Se debe evaluar a consciencia la capacidad de carga y el impacto ambiental que se genera, considerando también los desechos y el pisoteo de los senderos, además siempre se deben respetar las normas, señalizaciones y consejos de los guardaparques o guías del lugar.
