Zapam Zucum

Leyenda Aymará

 

Según algunos esta divinidad es original del pueblo de Vichigasta (La Rioja).

He andado muchos caminos encontrando en cada uno cuentos y leyendas que se trasmiten de boca a oreja desde tiempos lejanos.  Caminando en la voz de las historias que recorren Jujuy, Salta, Catamarca y tantas otras regiones me he encontrado con Zapam-Zucum, un personaje legendario, o mejor sería decir una mujer. No cualquier mujer, no…una muy especial que les invito a conocer.

Dicen que todo es según el cristal con que se mira, prueba de ellos es la contradicción que existe en el modo de describir a este personaje. Para unos  Zapam-Zucum es una mujer joven y hermosa, de femeninos rasgos aindiados, ojos negros  brillantes y agudos. Largo y lacio cabello renegrido que le cae más allá de la cintura. Blancos como la nieve de las montañas donde vive son sus manos y sus pies. Libre de toda atadura social, anda desnuda sin ocultar nada, ni siquiera sus descomunales pechos que agitándose al andar van cantando Zapam-Zucum Zapam-Zucum Zapam-Zucum… De tanto oír este canto, quienes la escucharon este nombre le han dado.

Quienes así la han conocido aseguran que es de alma gentil, protectora de los niños que sus madres deben dejar cuando van en busca de alimento. Niños a los que incluso da de mamar cuando les oye llorar de hambre o soledad. Generosa cuida los fuegos que los pastores dejan en sus campamentos para que los encuentren cuando regresan cansados al anochecer con sus  majadas y con igual compasión enciende un fuego para orientar con su humo a los que se han perdido.

Pero…si el hombre de la familia ha matado animales sin necesidad, o hachado algún árbol por puro gusto, entonces furiosa le roba a su hijo. ¿Dónde los lleva? Nadie lo sabe pues nunca regresan.

Para otros en cambio, la Zapan-Zucum, no es la joven bella floreciente en su juventud sino una mujer gigantesca y horriblemente fea que sorprende a pastores y recolectores cuando están distraídos , atrapándolos entre sus senos a quienes no son lo suficientemente rápidos para escapar, y se los lleva con rumbo desconocido. Tampoco a ellos se los vuelve a ver.

De todo lo que escuchado y visto, creo en quienes afirman que la Zapam Zucum es la madre y protectora de los niños necesitados de cuidado, y de los árboles; sobre todo de los algarrobos y sus frutos que a tantos pobres alimentan; a quienes defiende de todo mal. Le gustan las fiestas sencillas que se celebran bajo los árboles. Castiga sólo a quienes cortan algarroba verde impidiéndole florecer y dar fruto, y a quienes hachan árboles o matan animales con espíritu de hacer mal.

Los que mal hablan de ella, quizás sus malas acciones pretende ocultar.

Adaptación: Ana Cuevas Unamuno

Imagen tomada de: Volver a la tierra

 

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