Usos medicinales de la Manzana

Usos medicinales de la manzana

manzano

La manzana es una fruta completa y maravillosa para la belleza y para la salud (especialmente), consumirla regularmente trae enormes beneficios para el organismo.

Desintoxica el hígado, aminora los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, fortalece la memoria, calma la diarrea (en puré), es ideal para el estreñimiento (con cáscara), evita el insomnio, disminuye la fiebre.

Asimismo, es un muy buen desinfectante bucal; es diurética, así que mejora la gota y la artritis; es perfecta para úlceras, gastritis y acidez.
 
Previene el envejecimiento precoz, tiene propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Se aconseja comerla cuando se sufre de asma, artritis o diabetes.

Se caracteriza por ser el mejor dentífrico natural.

Estudios demostraron que la manzana, al tener flavonoides en harta cantidad, impide el desarrollo de tumores mamarios.

Esta fruta activa la secreción de las glándulas gástricas y salivales, por eso, favorece altamente al sistema digestivo.

Como posee fósforo, fortifica el sistema nervioso, estimula el cerebro e induce al sueño tranquilo. 

Se le atribuye la cualidad de disolver cálculos renales o biliares, pues ésta diluye el ácido úrico y otros tóxicos orgánicos.

Para calmar la diarrea, se debe comer a manera de papilla medio kilogramo de manzanas crudas cinco veces al día.

Para la inflamación de la vejiga, cocinar en agua una manzana por diez minutos.

Para el dolor de estómago, batir una manzana hasta que se convierta en una masa blanda, luego se revuelve bien con una tiza molida. Se hace una cataplasma y se pone en la locación del dolor, asegurarse de que esté caliente.

Para dejar de roncar, se le sacan las semillas y el vacío se llena con miel. Se hornea y se come caliente.

Para los dolores de hígado y bazo, se hacen emplastos fríos de agua de manzana y leche en proporciones iguales en un pañuelo doblado.

Para la fiebre, agregar en medio litro de agua a punto de hervir una manzana partida en trocitos, 10 gramos de hojas de melisa, el zumo de medio limón y una astilla de canela. Reposar por 10 minutos y tamizar. Tomar durante el día.

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