«Cuando muera, tal vez, mezclado con la tierra, florezca en vaina de algarroba en alguna primavera.» Así cantaba el reconocido artista bonaerense Raúl Carnota en su «Grito santiagueño», y así creemos que fue. A pocos meses de su fallecimiento debido a una enfermedad pulmonar, realizamos un recorrido por la vida de un cantautor que dejó huellas en la cultura musical folklórica.
Raúl nació en Buenos Aires en 1947, su infancia transcurrió en la ciudad de Mar del Plata y su música recorrió el país y el mundo. De chico soñaba con ser veterinario pero su destino cambió cuando tenía 19 años, luego de un grave accidente que le produjo una fractura en el cráneo y a raíz del cual tuvo que quedarse mucho tiempo encerrado en su casa. Así fue como se concentró en tocar la guitarra que le había regalado su padre.
Aunque declaraba su gusto y participación en muchos géneros musicales, su trabajo más destacado es el que tiene que ver con la música popular de raíz folklórica. Fue un músico autodidacta que comenzó a ganarse la vida como guitarrista acompañando a otros músicos sin importar el género: tocó tangos, boleros y hasta música moderna. En el año 1968 fue integrante de Los Huanta Hua y entre 1969 y 1972 del Cuarteto Sur. Se destacó por su participación en una gira de Adolfo Ábalos con su espectáculo «El piano en sus tres dimensiones», en el que tocó junto a dos grandes: el «Mono» Villegas y Horacio Salgán. También acompañó a Trío de Cuatro, Hamlet Lima Quintana, Enrique Llopis, Armando Tejada Gómez y Silvia Iriondo. Así, pasó años de su juventud aprendiendo, ensayando y gestando una estética propia mientras disfrutaba del jazz, el folklore y los viajes.
En los años 80, Raúl eligió transitar otro camino, forjar un estilo nuevo a partir de la música folklórica. En 1979 formó parte de un trío instrumental junto al pianista Eduardo Spinassi y el percusionista Rodolfo Sànchez. Luego, a partir de 1983 grabó varios discos que tuvieron gran reconocimiento junto a Suna Rocha, quien fue su pareja y es la madre de su única hija. Mercedes Sosa apreció sus exquisitas composiciones y lo invitó a grabar juntos temas como «Salamanqueando Pa´mi» y «Grito Santiagueño» para su LP «Como un Pájaro Libre». Trabajó productivamente con varios artistas importantes como Lilian Saba, Teresa Parodi, Juancho Perone y Willy González. En los 90 lideró el Cuarteto Carnota, al mismo tiempo que sus obras eran grabadas e interpretadas en el país y en el extranjero por artistas destacados como Ariel Ramírez, Jaime Torres, Mercedes Sosa, Angela Irene, Carlos Torres Vila, Chango Nieto y Los Chalchaleros.
Obtuvo varios premios, entre ellos el «Konex de Platino», el diploma al «Mérito como Autor y Compositor de Folklore» y el «Premio Música de Proyección folklórica». El tan discutido término «proyección» lo caracteriza si con ello nos referimos a que Raúl fue un artesano de la música, que buscaba aferrarse a las raíces pero a la vez innovando y jugando con la técnica y el estilo musical. «Quisimos renovar las raíces con nuevas combinaciones armónicas en las viejas melodías. Es como cuando se pinta un cuadro: usás los siete colores o indagás un poco más y ampliás la paleta. Yo tengo la ventaja de tener sangre vasca: la cabeza me funciona a prueba de balas.», expresó en una entrevista.
