Los mitos y las leyendas de nuestro país son sin duda alguna, una parte increíble de la historia que caracteriza a cada pueblo o lugar de la Argentina. Seguramente hemos escuchado hablar sobre «Los Tapaos», más precisamente tiene que ver con los tesoros que fueron encontrados por seres de excepción.
Pero…¿Qué dice la leyenda?
Estos tesoros fueron enterrados en diferentes tiempos y de diverso origen, especialmente se decía de los indios que gozaban de riquezas como las enterraban en ollas de barro pero con finas prendas y repletos de oro y plata.
- Por otro lado, se afirmaba que los españoles de la colonia y acostumbrados a la vida de mar escondían sus riquezas en arcones. También diseñaban mapas enigmáticos para poder llegar después y rescatar sus tesoros en tiempo de necesidad.
De hecho, se contaba como estos «tapaos» estaban siempre cuidados por alguna alma en pena que aparecían para indicar el lugar donde los mortales podían encontrarlo y así quedar libre del estado en el que estaban. Más en detalle se relataba como eran las apariciones:
- En el pueblo de Chicoana, se contaba como en las noches de luna llena se aparecía un gaucho con cara de calavera que iba montado en una mula de ojos rojos. Se decía que el valiente que lo siguiera tendría la oportunidad de hallar un inmenso tesoro escondido.
- Otras de las más populares leyendas contaba sobre «el tesoro de los jesuitas», que al ser expulsados de América por la corona de España y al salir de Salta el prior del convento salió gritando con sus brazos al cielo: anunciaba que llevaban en sus carretas todos los tesoros que tenía su iglesia. Muchos ilusos buscadores de tapaos, empeñaron sus recursos, tiempo y haciendo eternas excavaciones, pero retornaron fracasados y empobrecidos.
Otra creencia popular hablaba sobre la invasión de Felipe Varela, donde la gente al huir en busca de protección de las fuerzas militares desde los Valles Calchaquíes a Salta, arrojaban sus joyas a los aljibes y enterraban otras pertenencias.
A raíz de esto se revolvieron todos los pozos de agua domésticos por el camino de los Valles hasta Salta con el fin de encontrar tesoros, de hecho algunos tuvieron suerte pero otros no tanto. Esta la experiencia según la leyenda de un peón de la finca que contó lo siguiente:
- Este peón se encontraba arando la tierra en un día como cualquier otro cansado y lento, cuando de repente la reja del arado tropezó con algo y se volcó. De inmediato, trato de arreglar el arado para continuar con su trabajo y de repente observa en la tierra algo muy brilloso que le llamo la atención. Se trataba de unas monedas de oro, a lo cual con sus manos siguió escarbando y se encuentra con una tinaja llena de monedas de oro. Su primer reacción fue tapar el tesoro y seguir trabajando todo el día, luego a la noche junto a su mujer fueron a buscar y llevar todo el oro. Al cabo de unos días viaja y vende las monedas de oro, y cuando regresó le compró la finca a su dueño. Nadie sabia de su secreto, solo su esposa y precisamente allí se quedaron para siempre junto a sus hijos.
