¿Qué son los Bioindicadores?

Muchas veces notamos que ya no hay tantos peces en un lago o laguna, o que por las noches en el campo ya no se observan tantas luciérnagas. También es cada vez más común la ausencia de mariposas o sapos en las grandes ciudades.

Todo esto, como bien sabemos, se debe principalmente a cambios radicales en los ambientes naturales que se vienen produciendo cada vez a mayor ritmo y escala. ¿Pero entonces, cómo hacemos para estar alertas y detectar a tiempo algún problema ambiental?

Los bionindicadores, también conocidos como indicadores biológicos, son una herramienta clave para detectar cambios y problemas ambientales. Pueden ser una especie de hongo, animal o vegetal o también puede estar formado por un grupo de especies. Se los utiliza principalmente para evaluar el impacto ambiental y alertar sobre posibles desequilibrios en los ecosistemas.

Por ejemplo los líquenes son buenos bioindicadores de la calidad del aire. Estos son una simbiosis entre un hongo y un alga y habitan en diferentes sustratos (suelos, cortezas, tejadas, piedras, etc.) Reaccionan a dosis muy bajas frente a distintos contaminantes. En los bosques su desaparición puede indicarnos un alto nivel de dióxido de azufre, fungicidas que son transportados por la lluvia o contaminantes de azufre o nitrógeno.

 Líquenes

Otro ejemplo de bioindicadores de la calidad del aire lo son las mariposas, abejas y luciérnagas. Muchas veces son afectadas por el uso excesivo de insecticidas o plaguicidas. Además, las mariposas necesitan de ciertas plantas nativas para colocar sus huevos, de las cuales se alimentarán cuando eclosionen las orugas, estas son llamadas plantas nutricias y cada vez hay menos, por la transformación de los ambientes naturales.

 Mariposa abeja

En cuanto a la calidad del agua, podemos tomar como referencia a las aves acuáticas, peces, ranas, sapos y libélulas, las cuales indican contaminación en distintos cuerpos de agua, ya que dependen de este medio para colocar sus huevos (anfibios e insectos) o en el caso de las aves acuáticas para alimentarse y desplazarse. Son sensibles a productos químicos y desechos que se arrojan al agua, sobre todos los anfibios que presentan respiración cutánea. Otro grupo son los invertebrados bentónicos, su presencia indica buena calidad de agua dulce, ya que son sensibles a los metales pesados como el cobre, zinc o plomo.

Sapo gallareta

Existen números indicadores biológicos que nos alertan sobre cambios ambientales, es por esto que antes de realizar cualquier transformación debemos exigir la elaboración de un estudio de impacto ambiental, para de esta forma evitar producir cambios graves e irreversibles.

Además debemos estar atentos ante cualquier cambio físico o comportamental de las especies que habitan en los distintos ecosistemas, ya que son ellas las primeras en alertarnos.

Por último debemos evitar seguir produciendo desequilibrios ambientales y minimizar los ya existentes, ya que esto afecta tanto a la flora y fauna local, como también a los seres humanos que allí habitan.

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