Pirincho

Pirincho

Pirincho

El pirincho (Guira guira) es uno de los doce cuclillos que habitan en la Argentina. También se distribuye por Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Su nombre se debe al notable copete despeinado de su cabeza. En la zona pampeana se lo conoce como urraca, pero es inapropiado, ya que las verdaderas urracas pertenecen al orden Passeriformes y a la familia Corvidae.

El dorso es negruzco estriado, el lomo y la rabadilla blancuzcos y la cola tricolor, péndula. El pecho es ocráceo estriado y el pico es anaranjado. Mide 36 cm. y pesa 150 gr. Habita en gran parte del país. Es muy social, suele andar en bandadas bullangueras, chicas y laxas. Se lo encuentra en diversos ambientes, incluso en poblados.

Tiene un vuelo lento y horizontal, alternando rápidos batidos con largos planeos. Utilizan la cola a modo de balancín, para mantener el equilibrio. En invierno suelen verse varios individuos con las alas semicaídas y con el plumaje de la espalda abierto, para calentar su cuerpo al sol.

Presenta un canto aflautado muy característico y escalonadamente descendente que termina con una sucesión de sonidos roncos y apagados. Puede oírse a las afueras de los poblados y barrios urbanos arbolados.

Es más bien terrícola, se alimenta principalmente en el suelo donde caza insectos, pequeños reptiles, mamíferos, anfibios, y en los árboles captura pichones de aves y huevos. También es oportunista, en zonas urbanas es muy común verlo comiendo restos de carne que roba de algún puesto ambulante.

Construye un nido abierto de palitos en los árboles, con un lecho de hojas verdes en su interior que va renovando. Este es utilizado por dos o tres parejas, pudiendo encontrarse puestas de hasta 20 huevos elípticos u ovoides de color celeste verdoso con un reticulado calcáreo blanco.

Los pichones nacen con los ojos abiertos, el pico es anaranjado con una línea negra longitudinal en el culmen. El paladar es rojo con papilas blancas. El plumón es blanco crema y alargado. Las patas son de color gris oscuro.

En la medicina popular se cree que con su grasa se pueden curar los sabañones (enrojecimiento, inflamación y dolor de los pequeños vasos sanguíneos de la piel frecuentes en invierno).

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