Recuerdo en Santiago del Estero, a una viejita de esas que venden chipaco, pan casero, gritar «moronciiiitooooossss» y lo que fue descubrir algo que ya estaba guardado en «los genes de mi paladar», ese sabor único como el que siempre tiene la comida criolla de nuestro pago.
Te voy a pasar una receta, que dejó doña Ana, espero que sea útil y puedas hacer unos ricos moroncitos santiagueños.
Ingredientes
- Harina de algarroba (mezclada con 700 gr de harina leudante)
- 1 kg harina leudante
- 200 grs de grasa de cerdo (o en su defecto margarina)
- Arrope de chañar 2 o 3 cucharadas (o miel de abejas)
- 2 yemas
- Ralladura de un limón o una naranja (a gusto)
- Leche c/n
- 1 taza de azúcar
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
Preparación:
Armamos con la masa un círculo. Luego cortamos en trocitos pequeños la grasa y la hacemos derretir en una cacerola, esperamos a que tome temperatura ambiente y la colocamos en el círculo de harina.
Amasamos levemente, uniendo la grasa con la harina y volvemos a abrir, colocando en el medio las 2 yemas, el arrope o miel, el azúcar, la cucharadita de bicarbonato de sodio y, en caso de que elija ponerle, la ralladura del limón o naranja.
Mezclamos bien. Luego juntamos estos elementos con las manos y agregamos la leche necesaria para que no salga tan seca. La masa que debe formarse es similar a la de la pasta frola.
Una vez que tenemos esta masa debemos estirarla con palote y cortarla con la forma que queremos darle a los moroncitos.
Luego debe pasar una cara de estos círculos por azúcar y ponerlos en la placa enmantecada y enharinada.
Cocinamos en horno a temperatura máxima.
Con esto, ya tendremos nuestros moroncitos, no sé si serán comos los que se consiguen en Santiago, pues ahí, todo tiene otro gusto. Yo creo que es por el espíritu que ronda en la tierra y el amor de las manos de esas viejitas santiagueñas…
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