Loro Barranquero

Loro Barranquero

Loro barranquero

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El loro barranquero tiene como nombre científico Cyanoliseus patagonus, pertenece al orden de los Psittaciformes y a la familia de los Psittacidae.

Es suramericano, reside en Uruguay, Chile, y en la Argentina principalmente en Salta (y en menor cantidad en otras provincias del norte) y norte de la Patagonia (desde la costa hasta la pre cordillera).

Es muy bullicioso y posee hábitos gregarios. Es migratorio y nómada. Se le ve en medio de bandadas, éstas cuando vuelan se escuchan desde lejos.

Los adultos construyen sus nidos –o invaden los ya existentes- en las paredes de acantilados hechos de arenisca y barrancos de tierra. Cada uno es ocupado por una pareja nada más. Éstos miden entre 80 centímetros y 2,5 metros de profundidad. Los nidos se interconectan, pero cada uno cuenta con una cámara donde se incuban los huevos y se crían los polluelos. La hembra pone entre 2 y 5 huevos blancos brillantes, que duran incubados por 24 días. Los pichones abandonan el nido cuando están emplumados, o sea, a los 63 días. Ambos padres los nutren en este lapso.

El loro barranquero habita en sabanas, pastizales, estepas, zonas rurales, acantilados, matorrales montanos, bosque seco abierto, en poblados, ciudades, potreros y cultivos.

Se alimenta de semillas que recoge en el suelo, de plantas, brotes y frutos.

Mide entre 43 y 46 centímetros de longitud, pesa entre 225 y 300 gramos. Su cabeza, cuello y dorso, son de coloración marrón y oliva. Su garganta y pecho son marrón grisáceo, con plumaje blanco sobre la inserción del ala. Su vientre es amarillo con una pinta rojiza en el medio. Tiene muslos rojos anaranjados. Sus alas son oscuras con destellos azules. La parte superior de la cola es marrón y, azul en las plumas del centro. Su pico es negro. En torno al ojo, cuenta con un pedazo de piel blanca sin plumaje.

Su presencia es muy habitual, así que está clasificado como ave de preocupación menor. Sin embargo, se halla en una lista para proteger a las especies de su comercio y tráfico internacional. La reducción en sus poblaciones se debe a su captura y venta posterior como mascota, y por la invasión de su hábitat.

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