La leyenda del chajá

La leyenda del chajá

El Chajá habita en zonas de lagunas y ríos, y si bien es un ave capacitada para volar muy alto como las demás rapaces, vive como un animal domesticado. Otra característica del chajá es que es monógama, por lo cual solo la muerte puede separarla de su pareja. Con razón se las ha llamado las «Aves del amor» e inseparables.

Otro dato interesante de esta ave zancuda de nuestro país, es que siempre está muy vigilante y a la menor señal de peligro levanta su vuelo gritando: chajá, chajá…como aviso para cuidarse. De ahí se desprende su nombre como bien la conocemos, pero también detrás de todo esto nació una leyenda y en el medio una historia de amor.

Leyenda del chaja

Leyenda del Chajá

Aguará era un valiente cacique desde joven y por eso respetado y muy querido por el pueblo, pero el tiempo había transcurrido y se encontraba enfermo y cansado. Tenía una hija de nombre Taca,  ella cuidaba de su padre y además atendía sus tareas como jefe. De hecho, Aguará le había enseñado desde pequeña a usar el arco y la flecha para cazar, además de tomar decisiones en asuntos concernientes al pueblo.

Las madres de las tribu acudían a ella por consejo y ayuda cuando sus hijos se encontraban en problemas, Taca siempre estaba dispuesta a escuchar y dar la ayuda necesaria.

Además de ser una mujer independiente y capacitada para todos esto, era una bella joven de trenzas negras y largas, de piel cobriza y ojos grandes y llamativos. Por lo cual, muchos jóvenes estaban enamorados de ella y querían casarse con ella. Sin embargo, su corazón ya tenía dueño y sus sentimientos que nadie podía cambiarlo.

El nombre de su amado era Ará-Naró, en ese momento estaba ausente porque se había ido a cazar a las selvas del norte y en su regreso se casarían.

El pueblo se encontraba en días normales sin ningún sobresalto hasta que ocurrió algo inesperado en el bosque, cuando tres jóvenes de la tribu se fueron a buscar miel. Para hallar más paneles se separan en el bosque y de repente  se escuchan unos gritos desgarradores, era de uno de los jóvenes de nombre Petig, quien había sido atacado por un yaguareté.

El animal lo tomo por sorpresa y nada se pudo hacer para salvarlo, apenas sus compañeros pudieron escaparse del bosque. Se fueron desesperados al pueblo para contar lo ocurrido, quedando todos aterrorizados por esta tragedia y ya no iban a buscar los frutos al bosque.

la leyenda del chaja

No paso mucho tiempo para que el consejo de ancianos se reuniera y tomara una decisión para ponerle fin a esa amenaza, solo un joven se atrevió a presentarse para ir al bosque y luchar con el yaguareté. A pesar de la valentía y fuerza de Pirá-Ú no alcanzó para vencer a este animal, porque el joven nunca más regresó.

Nuevamente el consejo de ancianos convoca a jóvenes valientes para ir, pero nadie se presentó esta vez. Claramente esto enojo mucho a la hija del cacique, Taca. Así que ella misma se decidió a ir al bosque para luchar con el yaguareté, obviamente su padre no quería que fuese ella y aunque trato de disuadirla para que cambie su decisión fue en vano.

Cuando esta a punto de partir esta regresando su prometido de las selvas del norte, algo que le causó gran alegría y así juntos irían al bosque a ponerle fin al yaguareté.

La pareja partió juntos y con mucha esperanza y valor para terminar con esta amenaza, que había alterado la paz del pueblo. En un momento sintieron al yaguareté muy cerca y no se equivocaron, el felino los avanzó sin demora. Taca alentó a su prometido mientras luchaba con gritos de chajá, chajá…y luego ella sin pensarlo se trabó en lucha feroz.Nadie salió triunfante de esta lucha, Taca, Ará-Naró y el yaguareté, pagaron con su vida el heroísmo que los llevo a la lucha.

Cuando la noticia llegó al pueblo, todos lloraron la muerte de esta pareja valiente y el viejo cacique murió de tristeza. Todos entraron en gran duelo y pena, de inmediato prepararon una gran urna donde colocaron el cuerpo del cacique, sus prendas de vestir, comida y bebida, como era la costumbre de los guaraníes.

Pero en el momento del entierro sucedió algo sorprendente, se posó una pareja de aves sobre la urna con gritos de chajá, chajá. Eran Taca y Ará-Naró, quienes fueron convertidos en aves por Tupá con una misión muy especial. Regresaron a la tribu con sus hermanos de una forma diferente, para ser eternos guardianes y alertar a todos cuando amenace el peligro.

2 comentarios en “La leyenda del chajá”

  1. Hola, que linda historia… Yo ya entré muchas veces a su página, y la verdad me ha ayudado bastante en esto de las leyendas, para una tarea. Chau y gracias!

    • Hola Selena, ¡Nos alegra que te hayan gustado estas historias y también que te haya sido de utilidad!
      Muchas gracias por escribirnos y espero que nos sigas apoyando en este nuevo año ¡Saludos!

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