Sin duda alguna, el plato favorito de los argentinos es «La Milanesa». Es una tradición irresistible en la mesa de la mayoría, es una de las opciones más elegidas cada día a la hora del almuerzo o la cena, y en los restaurantes es el más solicitado.
Un plato muy popular y sabroso, que nunca es rechazado por los comensales. Además se lo puede acompañar con una variedad de guarnición, ya sea con fritas como el mejor de los clásicos. Pero también puede salir con puré, ensalada, arroz, fideos, huevos fritos, entre otros, y hasta sola es muy apetecible.
Un dato muy interesante es que en los último años a través de una investigación relacionada con el consumo de carne, arrojó lo siguiente: por semana se consume milanesas unas tres veces como promedio por persona, claro está que esto no sucede con otros platos.
Esa inclinación especial con las milanesas quizás se deba a algún recuerdo sentimental de la infancia, de los seres queridos que nos preparaban nuestro plato favorito. En vista de esto, surge la pregunta sobre su origen y dónde nació.
Su origen
- Según un reconocido escritor y periodista italiano del siglo XVIII documento sobre algunos escritos en pergaminos que datan de la Edad Media, en los mismos se describen comidas que incluían carne con pan, aunque no aclaraban si se referían al pan rallado o de pan que solo acompañe la carne.
Rivalidad acerca de su origen en la actualidad
- Muchas historias hablan sobre la cotoletta a la milanese, y se dice que se refiere a las milanesas actuales. Sin embargo, estaba elaborada con hueso y frita con manteca.
- Por otro lado, hay relatos que vinculan a los escalopes vieneses que son muy parecidos a las milanesas Argentinas.
Lo cierto es que hoy poseer la autoria de cierto plato se ha convertido en una herramienta muy económica y ventajosa para la gastronomía internacional. Junto a esto se agrega una determinada ciudad o lugar para recrear historias pasadas o hasta inventar relatos falsos, con el fin de atribuir donde nació tal comida.
Cuando de milanesas argentinas se trata podemos asegurar que las virtudes de los cortes locales y las distintas versiones de otros lugares, no hacen más que confirmar lo gloriosa que son las nuestras milanesas que consisten básicamente en : huevos, perejil, ajo, pan rallado, carne de nalga o peceto.
No existe duda alguna del origen autentico y bien argentino, solo esta cocina las describe tan bien y tan tentadoras:
Su textura crocante, con su tono tan brillante del pan rallado y el aceite. Se combinan el ruido de la fritura, su olor y los aromas de los ingredientes que llevan las milanesas para potenciar lo sabrosas que son.
Las milanesas siempre serán un clásico en la mesa de todo hogar, de hecho desde el carnicero del barrio hasta el supermercado ya las tienen preparadas de antemano y esta a nuestro alcance. Se ha convertido en un plato muy popularizado y ha aceptado variantes a la hora de elegirla como una irresistible opción.
Por otra parte, la tendencia en los restaurantes es tratar a la milanesa como a un pan de pizza y ofrecer distintos toppings o coberturas sabrosas para brindar algunas versiones diferentes. Pero siempre la milanesa es la base más rica y nunca rechazada por los comensales argentinos que se transportan a recuerdos memorables de su niñez.
